¿En Sirte, en el desierto o en el exilio?

Las especulaciones sobre el lugar donde puede estar escondido Gadafi, en paradero desconocido, van desde su ciudad natal, donde podría ser ayudado por su tribu, hasta países 'amigos' como Venezuela o Nicaragua.

Rebeldes caminan a través de los túneles que pudo usar Gadafi en Bab al Aziziya, en Trípoli.
Rebeldes caminan a través de los túneles que pudo usar Gadafi en Bab al Aziziya, en Trípoli.
Sarah Benhaida (Afp) / Bengasi

27 de agosto 2011 - 05:03

En paradero desconocido, Muamar el Gadafi podría, según la rebelión, refugiarse en Sirte, su ciudad natal, o en el desierto, a menos que opte por un eventual exilio en Sudáfrica, Venezuela o Nicaragua.

Gadafi, ahora prófugo, asegura haberse paseado de incógnito por Trípoli en un nuevo mensaje sonoro divulgado la madrugada del miércoles desde un lugar desconocido, dando así rienda suelta a las especulaciones sobre su paradero.

Los rebeldes lo buscaban el miércoles en la capital con la esperanza de detener al más veterano dirigente árabe y africano, que accedió al poder tras un golpe de Estado en 1969.

Su feudo en Trípoli cayó el martes y la rebelión asegura controlar más del 90% de la ciudad desde que tomó Bab al Aziziya, el cuartel general del coronel. Pero el Guía libio podría haber abandonado ya la capital.

Para Abdelmoneim al Huni, representante del Consejo Nacional de Transición (CNT), el órgano político de los rebeldes, "Gadafi sólo tiene tres posibilidades en Libia: la región de Al Jafra, en el desierto, el oasis de Traghen, en el extremo sur en la frontera con Níger, y Sirte, su ciudad natal", situada a unos 450 kilómetros al este de la capital libia, donde podría contar con su tribu, los Gadafa, armados y bien implantados en esta localidad.

Los rebeldes tienen en efecto dificultades para negociar con todos los jefes tribales su entrada a este gran puerto, donde Gadafi hizo construir un centro de conferencias, ostentoso y moderno.

Si ahí no halla refugio, Gadafi puede encontrar apoyos tribales entre los Tuaregs, a los que otorgó privilegios durante su largo "reinado".

Pero algunos Tuaregs ya se han unido a los insurgentes, abriendo el frente del sur en Morzuk, en la región de Fezan, un vital nudo de comunicaciones hacia Níger, Chad y Argelia, en torno a la capital regional Sebha, donde los Gadafa desempeñan un importante rol político y económico.

Además de las regiones del sur, Gadafi también podría beneficiarse de la falta de controles en varias regiones del país, intentando llegar por ejemplo hasta Argelia.

En las calles de Bengasi (este), feudo de los rebeldes, es grande el resentimiento contra el vecino argelino, acusado de haber apoyado a Gadafi.

Días antes de la caída de su cuartel general, algunas informaciones de prensa atribuían a Gadafi la intención de exilarse en Sudáfrica, o incluso en Venezuela, anunciándose incluso la llegada de aviones que llevarían al Guía y su familia a uno de estos dos países.

Sudáfrica desmintió el lunes cualquier intención de acoger a Gadafi. En cambio, el presidente venezolano, Hugo Chávez, alimentó los rumores de un posible exilio en este país sudamericano al renovarle al Guía todo su apoyo, y ello cuando su régimen ya se desmoronaba.

El canciller venezolano, Nicolás Maduro, se abstuvo sin embargo de decir si su país estaba dispuesto a conceder asilo político a Gadafi, aunque no descartó de lleno esta hipótesis.

Por su parte, Nicaragua, presidido por Daniel Ortega, otro "amigo" de Gadafi, dejó la puerta abierta a un posible exilio del ex hombre fuerte de Libia en el país centroamericano.

En fin, el que fuera número dos del régimen, Abdesalem Jalud, que desertó, sólo imagina una salida para Gadafi si es que no ha abandonado Trípoli: la muerte. "Y como no tiene el valor para suicidarse, podría encargar a uno de sus allegados que lo mate", afirmó a la cadena Al Arabiya.

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