El Senado se complica para los demócratas
Política en EEUU La formación posee 58 senadores
La decisión de dos representantes del partido de no optar a la reelección podría afectar a la mayoría que ahora mantiene
Dos senadores demócratas anunciaron en menos de 24 horas su decisión de no volver a postularse en las elecciones de mitad de legislatura en noviembre, lo que según analistas podría dificultar al partido del presidente estadounidense, Barack Obama, mantener su vital mayoría de 60 escaños en el Senado.
Y todo ello cuando, según una encuesta de Gallup dada a conocer ayer, el mandatario entró en 2010 con sólo un 50% de aprobación a su gestión, muy lejos de sus altas cotas de popularidad apenas un año antes y "una de las tasas de aprobación más bajas de un presidente que entra en su segundo año", según destacó el semanario Politico.
El senador por Connecticut Christopher Dodd confirmó el pasado miércoles en rueda de prensa que, tras más de tres décadas de carrera, no se presentará a los comicios de finales de año en el que un tercio de los cien miembros del Senado y todo el Congreso serán renovados, tal como habían adelantado los medios norteamericanos.
La noticia no causó gran sorpresa dado que el senador era considerado desde hace tiempo uno de los demócratas más vulnerables de cara a la reelección, debido a investigaciones éticas a las que había sido sometido en los últimos tiempos y a su papel en el escándalo por el pago de bonificaciones a los ejecutivos de la aseguradora AIG, una de las empresas que se benefició del millonario rescate del Gobierno al comienzo de la recesión.
Es más, destaca The Washington Post, la marcha de Dodd incluso "disminuye considerablemente las opciones de los republicanos de hacerse con el escaño del sólidamente demócrata Estado de Connecticut".
Muy diferente es sin embargo el caso del segundo senador retirado, el representante por Dakota del Norte, Byron Dorgan, quien la tarde del martes sorprendió a propios y ajenos al anunciar también su marcha.
"No es una buena noticia para los demócratas", admitió el estratega de ese partido Roy Temple a Politico. "La realidad es que éste va a ser un año difícil y esto supone un desafío adicional que preferiríamos no tener, lo que es una complicación añadida". "Esto es indicativo del difícil ambiente y las bajas tasas de apoyo que los demócratas afrontan como resultado de su agenda fuera de control y despilfarradora en Washington", declaró a The Washington Post presidente del comité republicano, Brian Walsh.
"Tenemos toda la intención de capitalizar esta oportunidad y seguir reclutando a candidatos fuertes que puedan hacerse con esos escaños en noviembre", aseveró el líder opositor.
Los republicanos cuentan actualmente con 40 escaños en el Senado, lejos de los deseados 60 que permiten impedir el bloqueo de propuestas de leyes en la Cámara alta estadounidense. De hecho, los senadores demócratas lograron a finales de 2009 pasar la disputadísima propuesta de ley para reformar el sistema de salud rascando sus 58 votos y los de dos independientes.
Los demócratas, con el presidente Barack Obama a la cabeza, se han jugado buena parte de su capital político de las elecciones de 2008 en el primer año en la Casa Blanca tras dos mandatos republicanos, impulsando sobre todo la reforma de la salud -cuya versión final se espera sea aprobada en las próximas semanas- que los republicanos han rechazado entre otros por considerar que disparará aún más la ya de por sí gigantesca deuda.
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