Rusia abre los brazos a Crimea
El Kremlin no cedió ayer un ápice en su postura frente a la crisis ucraniana pese a las fuertes presiones internacionales, mientras el Parlamento ruso declaró su apoyo al referéndum de la república autónoma de Crimea sobre su reunificación con Rusia.
Decenas de miles de moscovitas, más de 65.000 según las autoridades, se congregaron ayer en un mitin-concierto al lado del Kremlin para manifestar su apoyo al reingreso de Crimea en el país.
La concentración reunió a miembros de numerosas organizaciones civiles, militares y partidos políticos como Rusia Unida, la formación que sostiene al presidente ruso, Vladimir Putin, bajo banderas rusas y pancartas con lemas como: "Creemos a Putin", "Crimea es rusa" o "No rendimos a los nuestros".
Para muchos rusos, la incorporación de Crimea sería una decisión de Justicia histórica, ya que esa península fue traspasada de Rusia a Ucrania en 1954 por el líder soviético Nikita Jruschov.
Mientras, en Moscú se preparaban para la más que previsible batalla por la soberanía sobre Crimea, al menos diplomática.
El presidente ruso insistió ante su colega estadounidense, Barack Obama, que frente a la situación creada en Ucrania, Moscú "actúa de manera adecuada y en plena conformidad con las normas del derecho internacional".
Putin afirmó que las actuales autoridades ucranianas llegaron al poder como resultado de un "golpe anticonstitucional", no tienen un mandato a nivel nacional e "imponen decisiones absolutamente ilegítimas" a las regiones sureñas y surorientales de Ucrania y a Crimea.
El comunicado oficial no hizo referencias a la exigencia de Obama de que Rusia ordene el retorno a sus bases de las tropas que desplegó en Crimea, presencia militar que fue condenada por la comunidad internacional como una violación flagrante de la soberanía de Ucrania.
Putin puso el acento en la "primordial importancia de las relaciones ruso-estadounidenses para la seguridad y la estabilidad en el mundo" y advirtió que estas relaciones "no deben ser sacrificadas por discrepancias sobre determinados problemas internacionales, por muy significativos que sean".
La conversación entre Putin y Obama se produjo después de que el Parlamento de Crimea, poblada mayoritariamente por rusos étnicos, decidiera unir su territorio a la Federación Rusa y convocara un referéndum para el día 16 a fin de refrendar esa decisión.
Esta consulta fue declarada ilegal por las autoridades de Kiev, al igual que por numerosos gobiernos occidentales, que amenazaron o ya implantaron sanciones a Rusia por su intervención militar en Ucrania.
Pero ello no ha sido óbice para que el presidente de la Duma (Cámara de Diputados) rusa, Sergei Narishkin, anunciará ayer que los legisladores respaldarán la "opción que haga libre y democráticamente" la población de Crimea. "Respetaremos la opción histórica que haga la población de Crimea", dijo Narishkin a una delegación crimea encabezada por el presidente del Legislativo de la autonomía, Vladimir Konstantinov.
Fuentes de la Duma adelantaron que el día 21 los comités parlamentarios podrían comenzar a estudiar un proyecto de ley que permita incorporar a la república crimea a la Federación Rusa mediante un trámite.
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