La corrupción vuelve a atacar Perú
Crisis política
Seis de los últimos nueves presidentes del país se han visto involucrados en algún caso jucial
Pedro Castillo ha sido destituido tras provocar un autogolpe de Estado
El Congreso de Perú destituye al presidente Castillo y Dina Boluarte le reemplaza
Pedro Castillo ha dejado de ser presidente de Perú. Tras un año y medio, cinco gabinetes distintos y hasta 80 ministros el presidente ha sido destituido y sustituido por su segunda, Dina Boluarte.
Este miércoles, Castillo se daba un autogolpe de Estado ante la posibilidad de ser retirado del poder tras su tercera votación de destitución por parte del Congreso por incapacidad moral. Hace dos meses, la justicia peruana acusó al ya ex presidente de liderar una organización criminal vinculada a la corrupción que está "enquistada en el palacio de Gobierno" y salpicaba a distintos ministros y a la familia de Castillo.
En la campaña electoral, el ex mandatario se presentaba como el candidato del pueblo. Castillo era un profesor humilde de la sierra que pretendía ser una revolución contra la clase política tradicional salpicada por la corrupción.
Muchos de quienes votaron por él lo hicieron con la esperanza de acabar con los sobornos y las malas prácticas en la clase política. Su oponente, Keiko Fujimori, hoy encarcelada, estaba vinculada a distintos casos de corrupción y Castillo era su apuesta para evitar volver a caer en este problema.
La corrupción lo abarca todo
Sin embargo, la crisis política y la sombra de la corrupción han perseguido a Castillo durante todo su Gobierno. Los sobornos en política son una constante en la historia reciente del país sudamericano. Sonia Alda Mejías y Gerardo Rodríguez, investigadores del Real Instituto Elcano, explican que en Perú, "lejos de ser una anomalía, la corrupción constituye un componente clave en la construcción histórica de la interacción entre Estado y ciudadanía".
Hace años que la corrupción se cuela entre las principales preocupaciones de los ciudadanos del país. "El problema más grande que hay en Perú creo que podría decir que es la corrupción", lamenta la joven peruana Liliana Quispe. Esta afirmación la confirma el último Barómetro de las Américas –que mide la calidad de la democracia en el continente– el 88% de los peruanos consideran que los políticos de su país son corruptos.
Andrés Salado sostiene que este problema se ve en todas las esferas de la vida cotidiana. "La informalidad que se ve desde no llevar la tarjeta cargada del tren eléctrico y pagarle un par de soles –moneda nacional– más a alguien de la cola para que te deje pasar hasta los saltos de corrupción millonarios que ves en el Gobierno", explica este joven limeño.
Los sobornos en las altas esferas hacen que seis de los últimos nueve presidentes que ha tenido el país latinoamericano estén salpicados por algún caso de corrupción, siete contando ahora con Castillo.
30 años en crisis
En la misma cárcel en la que ahora está el último presidente, cumple condena Alberto Fujimori (1990-2000). El ex dictador está en prisión por corrupción y delitos contra los derechos humanos.
Por su parte, Alejandro Toledo (2001-2006) se enfrenta a una extradición por recibir sobornos en el Caso Odebrecht. Tal ha sido la magnitud de este caso en el país andino que Alan García (1985-1990/2006-2011) se suicidó antes de ser arrestado por este delito de cohecho. En la actualidad, Ollanta Humala (2011-2016) está siendo investigado por recibir dinero de la misma trama y está siendo juzgado por el caso Lava Jato. Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), procesado también por este caso, estuvo durante años bajo arresto domiciliario por lavado de activos relacionado con la empresa brasileña.
Martín Vizcarra (2018-2020) fue expulsado de la presidencia tras una destitución por incapacidad moral por presuntamente recibir sobornos mientras era gobernador regional. Ahora está a la espera de que el Ministerio Público decida si archivan su causa o continúan con la investigación.
Ha pasado un año y medio, la corrupción sigue en boca de todos los peruanos, el presidente no ha conseguido terminar su legislatura y nada ha cambiado en Perú.
Ahora, Dina Boluarte ha tomado este jueves el relevo en la presidencia. Por el momento promete terminar la legislatura, pero la gobernante –la sexta en seis años– se enfrenta ahora a un Congreso dividido y a una crisis política que se extiende desde hace 30 años.
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