Obama se declara "sorprendido y honrado" por el galardón
El presidente de EEUU no percibe el galardón como "un reconocimiento a mis propios logros", sino como un "llamamiento a la acción".
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, confesó estar "sorprendido" y a la par "profundamente honrado" por la concesión del Premio Nobel de la Paz y afirmó que lo acepta como una "llamada a la acción a todas las naciones para afrontar los desafíos comunes en el Siglo XXI".
"A lo largo de la historia el Premio Nobel de la Paz no ha sido usado sólo para honrar un logro específico, también ha sido utilizado como vía para acelerar causas y por eso acepto este galardón como una llamada a la acción, una llamada a todas las naciones para afrontar los desafíos comunes del Siglo XXI" dijo Obama en su primera reacción a un premio que reconoció era inesperado y para el que incluso dudó estar a la altura.
"No veo (el premio) como un reconocimiento de mis propios logros, sino como una afirmación del liderazgo norteamericano en nombre de las aspiraciones de las personas en todo el mundo", indicó en este sentido.
"Honestamente, no siento que merezca figurar junto a tantas figuras transformadoras que han sido honradas con este galardón, hombres y mujeres que me han inspirado y que han inspirado a todo el mundo mediante su valerosa búsqueda de la paz", agregó, consciente del debate internacional y doméstico que ha provocado la concesión del quizás más reputado galardón mundial cuando apenas lleva nueve meses en la presidencia.
Con todo, apelando al espíritu que desde Oslo se consideró merecedor del premio, Obama hizo un llamamiento reforzado a la cooperación multilateral para enfrentar los "desafíos comunes del siglo XXI". "Estos desafíos no pueden ser afrontados por un solo líder o una sola nación", advirtió en tono solemne. "Y por eso mi gobierno ha trabajado para crear una nueva era de cooperación en la que todas las naciones tienen que asumir la responsabilidad para lograr el mundo que buscamos", sostuvo. "No podemos permitir un mundo en el que las armas nucleares se expandan a más naciones y en el que el terror a un holocausto nuclear amenace a más personas", insistió, resaltando que ese es el motivo de que su gobierno haya tomado "pasos concretos" en la búsqueda de un mundo "sin armas nucleares".
Obama también habló del desafío que supone el cambio climático y llamó a todos los países a "aceptar su cuota de responsabilidad" para "transformar" el modo en que se hace uso de la energía, así como a buscar un mundo más tolerante "basado en el interés y respeto mutuos" más allá de la raza o religión y en el que "todos cumplan con su parte" para poner fin a los conflictos de larga duración como el palestino-israelí, ejemplificó.
En sus seis minutos de alocución en la Casa Blanca, horas después de que se conociese la noticia de la concesión del Nobel, Obama hizo hincapié en que considera que el premio es un galardón compartido. "Este premio no sólo es a los esfuerzos de mi administración, es a los valerosos esfuerzos de la gente en todo el mundo", reiteró.
"Y por eso es que este premio debe ser compartido con todo aquel que ansía la justicia y la dignidad, con la joven que marcha en silencio por la calle por su derecho a ser escuchada, incluso frente a palizas y balas; con la líder encarcelada en su propia casa porque se niega a abandonar su compromiso con la democracia; con el soldado que se sacrifica por otros en el otro lado del mundo y con todos esos hombres y mujeres en el planeta que sacrifican su seguridad y libertad, y a veces sus vidas, por la causa de la paz".
"Parte de este trabajo que nos espera no será completado durante mi presidencia. Algunas cosas, como la eliminación de armas nucleares, quizás no se logren en lo que me queda de vida", admitió. "Pero sé que se pueden lograr esos desafíos, siempre y cuando se reconozca que no podrán ser resueltos por una persona o una nación sola", insistió Obama.
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