La OTAN lamenta posibles víctimas civiles en un bombardeo en Libia
Los rebeldes aseguran que en la zona del ataque sólo hay tropas leales a Gadafi, aunque la televisión estatal eleva a 16 las bajas de civiles en la ofensiva aliada
La OTAN confirmó ayer haber atacado un edificio en la ciudad libia de Brega (este del país) y lamentó las posibles víctimas civiles registradas, que la televisión estatal de Libia cifra en 16.
En un comunicado, la Alianza aseguró no poder confirmar la acusación de bajas civiles, aunque tampoco la desmintió. "Lamentamos la pérdida de vidas civiles inocentes cuando ocurren", señaló la organización, que subrayó que el objetivo atacado "estaba identificado claramente como un centro de mando" utilizado por las fuerzas de Muamar el Gadafi para "coordinar ataques" contra la población.
Los dos canales de televisión estatales del régimen libio informaron del ataque en Brega, ocurrido en la noche del jueves al viernes, y aseguraron que causó al menos 40 heridos.
Asimismo, difundieron un vídeo que mostraba imágenes de una decena de cadáveres con multitud de heridas y un edificio destruido en un paraje desértico.
Un testigo afirmó en la grabación que la mayoría de las víctimas eran religiosos que se habían reunido para celebrar una ceremonia musulmana en una residencia de la zona de Brega.
Los portavoces rebeldes han afirmado reiteradamente que en el área de Brega, una zona petrolífera escasamente poblada, no queda población civil desde que hace semanas las tropas leales a Gadafi y los sublevados libran intensos combates por el control del enclave.
Brega se encuentra a cerca de 70 kilómetros al oeste de la estratégica ciudad de Ajdabiya, la última localidad bajo control insurgente en el este del país, y que ha sido atacada en varias ocasiones por las fuerzas del régimen.
Entre ambas poblaciones se encuentra estancada desde finales de marzo la línea del frente oriental, con frecuentes bombardeos de la artillería pesada gadafista en dirección a Ajdabiya, a 160 kilómetros de Bengasi.
El vicario apostólico en Libia, el obispo Giovanni Innocenzo Martinelli, aseguró ayer que él "jamás" ha dicho que Gadafi esté herido o haya huido del país y que lo único que comentó es que el dirigente libio ha sufrido una prueba muy dura con la muerte de un hijo y tres de sus nietos.
"Jamás he dicho una cosa similar. Ha sido una afirmación inexacta del ministro de Exteriores (el italiano Franco Frattini), con todo el respeto que tengo por él. Lo que he dicho es que Gadafi había sufrido una prueba muy dura, un shock, visto que estaba junto al hijo y los nietos muertos, pero jamás afirmé que estuviese herido o que haya huido", según publicó ayer el diario Il Messaggero.
Frattini dijo el viernes en la localidad toscana de La Bagnaia que Gadafi "tal vez esté herido y haya abandonado Trípoli" y que aunque no tenía ningún elemento nuevo, pensaba "que es creíble la frase del obispo de Trípoli, monseñor Martinelli, que ha dicho que es muy probable que esté fuera de Trípoli y posiblemente herido".
Martinelli subrayó al diario romano que "no tiene no idea" sobre cuáles son las intenciones de Gadafi de salir o permanecer en Libia. Sobre la situación en Trípoli, Martinelli dijo que la gente vive angustiada y que la única preocupación es "sobrevivir a las bombas, que son todo menos inteligentes" .
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