La ONU cancela sus operaciones en Gaza tras ser atacada

El conflicto de oriente próximo La OMS afirma que el sistema sanitario de la Franja está colapsado

Un conductor de un convoy de la agencia para los refugiados palestinos muere por fuego israelí · Ban Ki-moon denuncia que el suceso se produjo durante la tregua diaria de tres horas

Una niña, durante en una protesta.
Una niña, durante en una protesta.
Saud Abu Ramadán / Gaza

09 de enero 2009 - 05:03

La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa) anunció la suspensión de sus operaciones en Gaza tras la muerte ayer por fuego israelí del conductor de uno de sus convoyes en la Franja, donde continuaron los combates.

El convoy, de vehículos de una empresa contratada por la Unrwa, fue atacado sobre las 09.00 pese a que "estaba claramente marcado con la bandera de las Naciones Unidas y su recorrido se coordinó con las Fuerzas Armadas israelíes", precisó uno de sus portavoces, Francesc Claret.

Los camiones recibieron el impacto de fuego de artillería de un tanque israelí, que además provocó varios heridos y dañó la carga.

"No podemos continuar operando de esta manera. Pedimos que se nos garantice la seguridad para llevar a cabo nuestras operaciones, que se respete el derecho humanitario y la Convención de Ginebra y se deje operar a los actores humanitarios", añadió.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, denunció ayer que el convoy atacado en la Franja de Gaza se vio sorprendido por el fuego de la aviación israelí durante las tres horas de tregua diarias.

Se trata del tercer ataque contra la agencia desde que el Ejército israelí iniciase hace 13 días la operación Plomo Fundido. A principios de semana, cuatro empleados de la ONU y decenas de refugiados y civiles murieron por proyectiles lanzados por tropas judías contra dos escuelas marcadas con el logotipo de la Unrwa.

Las acciones militares israelíes y el hallazgo de cadáveres palestinos entre los escombros de los edificios destruidos volvieron a engordar ayer el balance de víctimas de la ofensiva.

Según el último recuento ofrecido por el responsable del servicio de emergencias en Gaza, Moawiya Hasanein, al menos 765 palestinos han muerto y 3.125 resultaron heridos desde el inicio de los bombardeos, reforzados hace cinco días con una incursión terrestre.

Este recuento podría aumentar, pues 375 heridos se encuentran en estado muy grave y el Ejército israelí continúa sus bombardeos por tierra, mar y aire.

"Falta mucha gente que lo más probable es que esté bajo los escombros de decenas de casas destruidas", explicó Hasanein.

Los servicios de rescate encontraron ayer los cadáveres de 35 palestinos entre los restos de un edificio en el barrio de Zeitún, en la ciudad de Gaza, bombardeado por el Ejército judío.

En los ataques que se registraron ayer murieron 13 palestinos y resultaron heridos unos 45, según Hasanein. Por parte israelí, un soldado perdió la vida y otro resultó herido grave en distintos enfrentamientos con grupos armados palestinos, informó el Ejército en un comunicado.

Entre las 13.00 y las 16.00 de ayer, las fuerzas judías detuvieron sus ataques por segundo día consecutivo para que la población pudiera salir de sus casas y las ambulancias atender heridos y recoger cadáveres. Acabado el plazo, aviones de guerra israelíes reanudaron los bombardeos y los tanques el disparo de proyectiles.

Según imágenes de televisiones locales, se trata aparentemente de bombas de fragmentación, cuyo uso contra civiles prohíbe el Derecho Internacional Humanitario.

A raíz de los bombardeos y la invasión militar israelí, el sistema sanitario en la Franja se ha colapsado, denunciaron ayer las agencias de la ONU que trabajan allí.

La Unrwa explicó que las instalaciones médicas han quedado sobrepasadas por los heridos, además de que carecen de medicamentos. "El personal sanitario ha estado trabajando casi 24 horas al día desde hace dos semanas", informó el portavoz de la Unrwa en la región, Christopher Gunnes.

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió de la fragilidad de los servicios médicos en la Franja, donde sólo funcionan 29 de los 56 centros de salud públicos existentes. Además, reveló que entre los fallecidos hasta el momento al menos 21 eran trabajadores médicos.

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