La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Más allá de la voz de la Laura Gallego
Estados Unidos y sus aliados cargaron este viernes en la ONU contra Rusia por su ataque a la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, un incidente que Moscú describió como parte de una campaña de propaganda en su contra y del que responsabilizó a saboteadores ucranianos.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas celebró una nueva reunión de emergencia sobre la guerra en Ucrania, centrada en este caso en las hostilidades en Zaporiyia, la mayor planta de este tipo en Europa y que ahora está bajo control ruso.
Los ataques armados contra la central atómica dispararon todas las alarmas en la comunidad internacional, aunque finalmente parece que el ataque no ha provocado daños graves a pesar de que un edificio situado a pocos cientos de metros de los seis reactores se incendió.
Así se lo confirmó al Consejo de Seguridad el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, quien explicó que los sistemas de seguridad de la central no se han visto comprometidos cerca de los reactores y que los niveles de radiación son normales.
"Por la gracia de Dios, anoche el mundo evitó por poco una catástrofe nuclear", declaró la embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, quien acusó al ejército ruso de lanzar un ataque "increíblemente imprudente y peligroso".
Thomas-Greenfield acusó a Moscú de poner en riesgo a "los civiles en Rusia, Ucrania y Europa" y exigió pasos para garantizar la seguridad en esa y otras instalaciones nucleares que hay en Ucrania, incluida Chernóbil, que también ha sido tomada por fuerzas rusas.
El Reino Unido denunció que ésta es la primera vez en la historia en la que una central nuclear en funcionamiento es atacada por un Ejército y subrayó que la situación no puede volver a darse.
Francia avisó de las posibles consecuencias catastróficas de un ataque de este tipo y exigió a Rusia que cese inmediatamente las "actividades ilegales y peligrosas" y permita que las autoridades ucranianas recuperen el control de todas las plantas atómicas.
Tras esas y muchas otras palabras de distintos países que denunciaron lo sucedido, tomó la palabra el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, quien negó que sus tropas atacaran la central y atribuyó los combates a una operación de saboteadores ucranianos para tratar de culpar a Moscú.
China, que hasta ahora se ha mantenido más o menos equidistante ante la guerra, agradeció las explicaciones rusas y pidió a todas las partes que actúen con cautela y colaboren con el OIEA para garantizar la seguridad nuclear.
El ataque de fuerzas rusas a la central nuclear de Zaporiyia y su posterior toma de control traslada el foco a la seguridad de determinadas infraestructuras de energía especialmente sensibles y sometidas al riesgo de un conflicto bélico.
Eso en un país, como Ucrania, en el que está la antigua central de Chernóbil, donde en 1986 un accidente nuclear generó la mayor tragedia de ese tipo en la historia.
Y con la particularidad de que la de Zaporiyia es incluso de superior dimensión, hasta el punto de que es la mayor del continente.
Objetivo militar, como otras infraestructuras de energía, las tropas rusas consiguieron tomar la central de Zaporiyia, confirmó el regulador nuclear estatal de Ucrania, que añadió que el personal de la planta controla el estado de los bloques y garantiza su correcto funcionamiento.
Los reactores de la central permanecen intactos y no se han registrado cambios en el estado de radiación en el momento actual, señala el regulador. Especialistas de este organismo están en contacto con los ingenieros de la planta atómica.
De madrugada los bomberos habían logrado sofocar un incendio en el centro de formación de la central, que se había iniciado tras el ataque de las fuerzas rusas
El ministro de Energía de Ucrania, Herman Galuschenko, denunció que las tropas rusas emplearon fuego de tanques, de artillería y cohetes contra la central nuclear de Zaporiyia, "a sabiendas de las consecuencias catastróficas de sus acciones".
Rusia negó haber atacado la central de Zaporiyia con tanques, artillería y cohetes, y denunció que el incidente en esta instalación fue una "provocación" llevada a cabo por un grupo de sabotaje ucraniano.
"El objetivo de la provocación del régimen de Kiev en esta instalación nuclear radicó en el intento de acusar a Rusia de crear una fuente de contaminación radiactiva", denunció el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov.
De madrugada, dijo, una patrulla rusa fue atacada por un grupo de sabotaje ucraniano. Con el objetivo de provocar el fuego contra el edificio fueron atacados desde las varias ventanas del centro de formación de la central. Konashénkov añadió que los militares rusos respondieron a "los saboteadores ucranianos", a los que acusó de iniciar el incendio en su retirada.
El director general de la agencia nuclear de la ONU, el argentino Rafael Grossi, criticó que la seguridad de la mayor central nuclear de Europa se haya visto comprometida por un ataque ruso, pero tranquilizó al señalar que no se han producido escapes radiactivos.
"Se ha comprometido la seguridad con lo que pasó anoche, tenemos suerte de que no haya habido un escape de radiación", declaró Grossi en una rueda de prensa en Viena, y se mostró muy preocupado porque la situación "carece de precedentes".
Grossi aseguró que el proyectil que impactó en la central nuclear provenía de las fuerzas rusas y reiteró el peligro de combatir cerca de esos complejos dada su gran fragilidad.
Varios líderes internacionales avisaron del peligro de atacar determinadas instalaciones, como las centrales nucleares, por las consecuencias que pueden generar.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó que el ataque a la central de Zaporiyia, muestra la "temeridad" de esta guerra y la necesidad de que Rusia retire sus tropas.
Y el alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Josep Borrell, alertó de los efectos "catastróficos" que pueden tener los ataques rusos cerca de las centrales nucleares en Ucrania e instó a que se detengan "inmediatamente".
El jefe de la diplomacia europea se sumó al llamamiento "a la emergencia" lanzado por Naciones Unidas y remarcó que los bombardeos y el consiguiente incendio la pasada noche en la central de Zaporiyia "pueden poner en peligro a toda Europa".
Los ministros de Exteriores de la OTAN mostraron su acuerdo este viernes por que ningún avión aliado sobrevuele el espacio aéreo de Ucrania ni que entren allí sus tropas, tras la petición de Kiev de que contribuya a imponer una zona de exclusión aérea sobre el país.
El secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, indicó, al término de una reunión extraordinaria de los ministros, que la posibilidad de una zona de exclusión aérea "se mencionó" pero que, "al mismo tiempo, los aliados acordaron que no deberíamos tener aviones de la OTAN operando en el espacio aéreo ucraniano o tropas de la OTAN en el territorio ucraniano".
"No queremos ser parte del conflicto con Rusia en Ucrania", zanjó Stoltenberg, en una rueda de prensa.
El ex primer ministro noruego dijo entender la “desesperación” de los ucranianos, pero recordó que la única manera de que la Alianza implementase una zona de exclusión aérea sobre Ucrania sería entrando en su espacio aéreo, lo que “podría suponer la guerra en Europa”.
Señaló que, si la OTAN se involucrase directamente, había “más sufrimiento y más civiles muertos”, por lo que los aliados han optado por imponer sanciones a Moscú.
En la reunión participó, mediante un mensaje grabado, el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, a quien los aliados expresaron su “solidaridad y profundo respeto por el valor del pueblo ucraniano y sus fuerzas armadas”.
“Lo que ocurre en Ucrania es horrible, a una escala no vista desde la Segunda Guerra Mundial”, aseveró Stoltenberg, quien pidió al presidente ruso, Vladímir Putin, “que pare esa guerra inmediatamente, retire todas sus fuerzas de Ucrania sin condiciones y se implique en una verdadera diplomacia ahora”.
Según dijo, es “la peor agresión militar en Europa desde hace décadas, con ciudades asediadas, hospitales y edificios residenciales bombardeados y muchos civiles asesinados o heridos. Es probable que los días que vienen sean peores.”
El secretario general aliado también dijo que la OTAN ha decidido reforzar la coordinación y la información que comparte con Finlandia y Suecia, países que hoy asistieron como invitados a la reunión.
Además, los ministros aliados discutieron hoy la necesidad de apoyar a otros “socios que puedan estar en riesgo”, entre ellos Georgia y Bosnia-Herzegovina.
Afirmó que esos países son muy diferentes entre sí pero que tienen en común, al igual que Moldavia, que “Rusia está ejerciendo su poder para intimidarlos”.
Recordó que Rusia ya invadió Georgia, donde sus tropas controlan partes del territorio, y que también están presentes en Transnistria, en Moldavia, mientras que en Bosnia-Herzegovina “vemos una situación muy frágil e inestable, con retórica inflamatoria y graves peligros para la unidad de ese estado”.
“La agresión de Rusia ha creado una nueva normalidad para nuestra seguridad, en la que los principios fundamentales se impugnan mediante el uso de la fuerza. Y nos enfrentamos a la amenaza de un conflicto en los próximos años”, concluyó Stoltenberg.
- Combates: Las fuerzas rusas bombardean Ojtirka, en la región de Sumi, en el nordeste de Ucrania, y han dejado sin electricidad y calefacción a la población, informó el jefe de la Administración Militar Regional, Dmytro Zhyvytskyi, en su cuenta de Telegram. "En principio, toda la región de Sumi es ahora un territorio del infierno, que está siendo destruido por las tropas rusas", indicó.
- El Mando General de las Fuerzas Armadas ucranianas afirmó que en territorio bielorruso, cerca de la frontera con Ucrania, hay 38 brigadas de asalto aerotransportado de Bielorrusia que han recibido la orden de cruzar la frontera, tras lo cual recibirían otra orden de atacar al país vecino.
- Más sanciones de Estados Unidos: Estados Unidos subió este jueves un nuevo escalón en su repertorio de sanciones contra Rusia por la invasión de Ucrania apuntando a los oligarcas del entorno del presidente ruso, Vladímir Putin, con el objetivo de que den la espalda al jefe del Kremlin. En concreto, Washington dirige sus medidas contra los activos y transacciones bajo jurisdicción estadounidense de ocho oligarcas y sus familias, incluido el supuesto "testaferro" de Putin, Alisher Usmanov, y al portavoz del Ejecutivo ruso, Dmitri Peskov.
También prohibió la entrada a Estados Unidos de 19 miembros de la élite rusa y sus parientes, además de bloquear los activos de siete organizaciones rusas y 26 personas, a las que la Casa Blanca acusa de promover "desinformación" sobre la guerra de Ucrania.
- Protección temporal en EEUU: Estados Unidos anunció la concesión del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) a Ucrania por los próximos 18 meses, lo que evita la deportación de los ucranianos que se encuentren en su territorio y les permite acceder a un permiso para trabajar y residir. Esta protección se aplicará a los ucranianos que lleven en EE.UU. desde antes de 1 de marzo, por lo que no podrá ser solicitada por quienes hayan ingresado en el país después de esa fecha.
- Línea directa EEUU - Rusia: Estados Unidos estableció una línea directa de comunicación con el Ministerio de Defensa ruso para evitar encontronazos no deseados entre las fuerzas rusas y los soldados estadounidenses desplegados en países aliados en el este de Europa, dijo a Efe una fuente del Pentágono. Un funcionario de Defensa estadounidense indicó que esa línea se estableció el 1 de marzo "con el propósito de evitar errores de cálculo, incidentes militares y una escalada" de la tensión entre las dos potencias.
- Censura en Rusia: El canal de televisión ruso Dozhd, crítico con el Kremlin y clasificado como "agente extranjero" por el Gobierno de Rusia, anunció la suspensión de su actividad, después de que el regulador de las comunicaciones, Roscomnadzor, bloqueara sus emisiones.
La directora general de la cadena, Natalia Sindeeva, explicó que se ha tomado "la decisión de detener temporalmente la actividad del canal de televisión. La palabra temporalmente es muy importante. Necesitamos energía y espacio para entender cómo proceder de aquí en adelante".
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