Netanyahu advierte que culminará su misión "con o sin alto el fuego"
El primer ministro israelí asegura que no detendrá la ofensiva hasta encontrar una respuesta al problema de los túneles. Casi una treintena de personas mueren en otra jornada de ataques.
Al menos 27 palestinos murieron ayer y varias decenas resultaron heridos en la vigésima cuarta jornada de la ofensiva israelí Margen protector en Gaza, que continuará hasta que Israel resuelva el problema de los túneles "con o sin alto el fuego", como manifestó el primer ministro, Benjamin Netanyahu.
Tras la jornada del miércoles, la más sangrienta hasta la fecha, en las que murieron 119 palestinos y 500 resultaron heridos, aviones de combate y tanques israelíes golpearon de nuevo la Franja.
Según el Ministerio de Sanidad en Gaza, las víctimas de ayer se produjeron en diversos ataques contra las ciudades de Gaza, Jan Yunes, Deir al Balah y Yabalia, informó la agencia de noticias palestina Maan. Precisamente en Gaza las oficinas del colaborador de Efe en la Franja fueron alcanzadas por un proyectil de artillería israelí, que causó grave daños materiales.
Ayer, Maan comunicó que nueve periodistas palestinos han muerto en la Franja desde que comenzó la operación, un número inusualmente alto de víctimas entre los profesionales de la comunicación, apuntó.
Por su parte, el Ejército israelí informó de que el promedio de cohetes lanzados desde la Franja se mantuvo en torno a los 60 durante la jornada, y superan los 2.800 desde el 8 de julio, cuando comenzó la operación. Al menos una docena impactó en territorio israelí mientras que otros dos fueron interceptados por el sistema antimisiles Cúpula de Hierro sobre el área de Tel Aviv. En uno de los ataques en la ciudad de Kiriat Gat, tres israelíes resultaron heridos y una vivienda fue dañada.
Y mientras el intercambio bélico continuaba sobre el terreno, Netanyahu advirtió ayer que Israel no detendrá la ofensiva iniciada contra la infraestructura militar del movimiento islamista Hamas hasta que se encuentre una respuesta al problema de los túneles.
"Estamos decididos a completar nuestra misión con o sin alto el fuego", afirmó Netanyahu en una comparecencia de prensa en Tel Aviv junto al ministro de Defensa, Moshe Yaalon, y el jefe del Ejército, Beny Gantz, poco después de una reunión del Consejo de Ministros. En el encuentro, Netanyahu insistió en que "no aceptará una situación que no permita al Ejército completar esa misión", que pasa por dinamitar todos los corredores subterráneos encontrados hasta ahora y construidos por Hamas.
Por su parte, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, acusó ayer a Israel de crímenes de guerra al atacar hospitales, escuelas, estaciones eléctricas y todo aquello que sea indispensable para vivir en Gaza, y recordó que como "fuerza ocupante" tiene la obligación de ofrecer todos los servicios y derechos básicos.
"Atacar hospitales viola la ley internacional, la cuarta Convención de Ginebra y es un crimen de guerra. Pero no sólo eso, como fuerza ocupante, Israel tiene la obligación de ofrecer asistencia médica", afirmó, contundente, Pillay en una rueda de prensa. "Hay 250.000 personas refugiadas en escuelas de la Unrwa -la agencia de la ONU para los refugiados palestinos-. A pesar de que la dirección de esta agencia alertó 17 veces a las autoridades israelíes sobre ese hecho y las localizaciones de los colegios, el Ejército ignoró esa información y bombardeó ayer de nuevo una de ellas", agregó. En ese ataque murieron 19 personas, y en otro anterior otras 16.
Pillay recordó que Israel "ha ido esta vez un paso más allá que en precedentes ofensivas" al destruir la estación eléctrica que abastece a la Franja, lo que hará la vida de sus habitantes absolutamente precaria tras la ofensiva.'
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