Mubarak anuncia que no se presentará a las elecciones de septiembre
El presidente egipcio no dejará por el momento el poder y afirma que aplicará medidas para "garantizar una transición en paz".
El presidente egipcio, Hosni Mubarak, anunció este martes en un discurso transmitido por la televisión pública que no se presentará a la reelección una vez concluido su mandato en septiembre. El discurso tiene lugar en una jornada en la que más de un millón de egipcios salieron a la calle por todo el país para exigir el final de su régimen, que comenzó en 1981.
"Os digo con toda sinceridad que, al margen de las actuales circunstancias, no tenía intención de participar en las próximas elecciones", afirmó Mubarak en su discurso, que pronunció hacia las 22:00. "He agotado mi vida sirviendo a Egipto y a su pueblo", añadió.
Mubarak, de 82 años, nunca había anunciado públicamente sus intenciones respecto a los próximos comicios, aunque líderes políticos cercanos al gobernante asumían que se presentaría como candidato. Su hijo menor, Gamal, había surgido como la figura de recambio que tenía preparada el régimen en caso de que Hosni Mubarak se retirara de la carrera presidencial.
En su discurso, Mubarak dijo que pedirá al Parlamento que cambie la legislación y los artículos de la Constitución en la que se fijan los requisitos para poderse presentar como candidato presidencial.
Por ejemplo, el actual esquema, muy rígido, que prácticamente cierra la puerta a candidatos independientes, impide que pueda aspirar a la Presidencia el premio nobel de la paz Mohamed el Baradei, uno de los principales dirigentes de la oposición.
Mubarak confirmó sus intenciones electorales poco después de que medios estadounidenses se hicieran eco de que la Casa Blanca había pedido a Mubarak que no se presentara a la reelección de los comicios de septiembre.
El jefe de Estado egipcio, en su mensaje, dijo que pedirá al Parlamento que dé curso a las impugnaciones presentadas por los resultados de los últimos comicios legislativos, en noviembre y diciembre pasado, que se desarrollaron con muchas denuncias de fraude.
Sobre la ola de protestas contra su régimen, que estalló el pasado 25 de enero al calor de la revuelta popular de Túnez, Mubarak dijo que determinados grupos políticos que no identificó están "manipulando y tomando ventaja" de estas manifestaciones. "Se necesita liderazgo para elegir entre el caos y la estabilidad", añadió el gobernante, que se presentó ante las cámaras de televisión en traje oscuro y corbata negra. Recordó que el fin de semana pasado nombró un nuevo gobierno para responder a las demandas que se le pedían en la calle, y también pidió al vicepresidente, el general Omar Suleimán, recién designado, "que dialogara con todas las fuerzas políticas". Esta invitación, añadió, fue rechazada por los grupos de la oposición, a los que acusó de "defender simplemente sus agendas".
No obstante, insistió en que está comprometido a preservar la seguridad en el país y "preparar el camino para el próximo presidente", y anticipó que en los meses siguientes aplicará medidas para "garantizar una transición en paz".
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