Miles de personas rechazan en Washington la violencia racial de la Policía
Familiares de las tres últimas víctimas negras acudieron a la manifestación y expresaron ante la multitud su condena de la violencia policial.
Washington/Miles de personas marcharon por las calles de Washington en protesta contra la violencia racial de la Policía, a la luz de varios casos de policías blancos que han matado este año a personas negras en Estados Unidos. Al grito de "Justicia para todos", los manifestantes, convocados por la Red de Acción nacional -asociación fundada por el reverendo Al Sharpton, uno de los grandes líderes de la comunidad afroamericana en EEUU- se congregaron en la Plaza de la Libertad, cerca de la Casa Blanca, en el centro de la capital del país.
Desde ahí y en un ambiente festivo, los congregados -jóvenes y ancianos, blancos y negros- caminaron hasta el Capitolio, sede del Congreso, pertrechados de pancartas en las que se leían consignas como "Las vidas negras importan", "Manos arriba, no disparen" o "El racismo en una enfermedad letal". "Esto no es una marcha blanca o una marcha negra. Esta es una marcha estadounidense, de manera que los derechos de todos los estadounidenses están protegidos", afirmó Sharpton.
Los participantes en el acto recordaron el caso de Eric Garner, que murió el pasado julio en Nueva York a manos del policía blanco Daniel Pantaleo, contra el que un gran jurado decidió no presentar cargos hace diez días. Garner, de 43 años, era asmático y murió por asfixia, según determinó la autopsia, luego de que Pantaleo le colocó el brazo alrededor del cuello y ejecutó una llave de estrangulamiento, acto que fue grabado por un transeúnte en vídeo.
Otro gran jurado decidió el pasado mes no imputar al policía blanco Darren Wilson por la muerte del joven negro Michael Brown. Wilson, de 28 años, tiroteó a Brown, de 18 años, tras robar éste una caja de cigarrillos en un supermercado de Ferguson, un suburbio de San Luis (Misuri), en circunstancias no aclaradas públicamente. También evocaron los manifestantes el caso del pequeño Tamir E. Rice, de 12 años, que murió en Cleveland (EEUU) el pasado noviembre por los disparos de un policía que confundió la pistola de juguete que portaba el menor con un arma de verdad.
De hecho, familiares de esas tres víctimas acudieron a la manifestación de Washington y expresaron ante la multitud su condena de la violencia policial. "Este es un momento histórico", afirmó la madre de Eric Garner, Gwen Carr, quien vestía una sudadera con la frase "No puedo respirar", pronunciada por su hijo antes de fallecer.
Estas tensiones raciales han hecho que el presidente de EEUU, Barack Obama, reafirmara recientemente su compromiso con la mejora de la relación entre la policía y las minorías del país. El pasado día 3, Obama, primer presidente negro de la historia de EEUU, subrayó la "inquietud de demasiadas comunidades de minorías de que las fuerzas del orden no tratan con ellos de una manera justa". "Este es un problema estadounidense, cuando alguien de este país no es tratado con igualdad ante la ley. Es un problema y, como presidente, es mi trabajo ayudar a resolverlo", aseveró el mandatario. Protestas como la de Washington se han convocado también en otras ciudades de Estados Unidos, como Nueva York, Boston o San Francisco.
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