Michelle Obama y un alcalde latino abren la convención demócrata

La primera dama intentó mostrar el lado menos político de su marido y defendió los logros conseguidos durante su mandato · El regidor de San Antonio, Julián Castro, se encargó del discurso principal

La primera dama, Michelle Obama, realiza una prueba de sonido en el Time Warner Arena de Charlotte.
La primera dama, Michelle Obama, realiza una prueba de sonido en el Time Warner Arena de Charlotte.
P. Bustamante (Afp) / Charlotte

05 de septiembre 2012 - 05:03

Los demócratas iniciaron esta madrugada su convención nacional con la primera dama Michelle Obama como la oradora estelar, antecedida por el emergente líder latino Julián Castro, quienes defendieron a capa y espada la labor de Barack Obama, que se enfrentará al republicano Mitt Romney en noviembre.

A 63 días para que los estadounidenses decidan quién será el inquilino de la Casa Blanca en los próximos cuatro años, la primera dama mostró el lado menos político de su marido, quien espera que los votantes indecisos le den una segunda oportunidad.

La presentación de la primera dama, de 48 años, en el podio del Time Warner Arena de Charlotte, Carolina del Norte estaba prevista para las 22:30 (04:30 hora española).

Michelle Obama, abogada egresada de las prestigiosas universidades de Princeton y Harvard, llegó a esta tribuna con la seguridad de que conecta con el público gracias a su carisma, que le ha valido uno de los índices más altos de popularidad de una primera dama (entre el 65% y el 70%), 20 puntos más que su marido.

No había dudas de que anoche Michelle Obama conquistaría a los 6.000 delegados demócratas llegados a Charlotte para investir oficialmente al presidente mañana como el candidato a la reelección.

La semana pasada, Ann Romney, ama de casa y esposa desde hace 43 años de Romney, conmovió a los republicanos en un discurso donde dio una imagen más humana de su marido, pero Michelle Obama no necesitaba presentar a su esposo a los demócratas.

Por lo tanto, se esperaba que la primera dama intentara convencer de cuánto ha luchado su esposo por recuperar la economía, insistir en el logro de la histórica reforma del sistema de salud y llegar al corazón de los decepcionados con aquel mensaje de cambio de 2008 que obnubiló al país.

"Michelle puede recordarle a la gente que él ha hecho lo mejor en un momento difícil, que su principal preocupación es el pueblo estadounidense", explicó Georgia Kernell, experta política de la Universidad Northwestern.

Antes de la aparición de Michelle Obama, se esperaba la presentación del alcalde de San Antonio (Texas) Julián Castro, encargado del discurso principal de la convención, considerado por los expertos una oportunidad que se otorga a estrellas políticas en ascenso, como ocurrió en 2004 con el entonces desconocido senador Obama.

Los paralelismos no acaban ahí. La vida de Castro, cuyo hermano gemelo, Joaquín, que lo presentó anoche, aspira a su vez al Congreso, constituye en buena parte la encarnación del "sueño americano" con la que también juega Obama. "Su historia refleja la del presidente y la historia estadounidense: si trabajas duro y cumples las reglas del juego, ésta es la tierra de las oportunidades", afirmó ayer la portavoz de la campaña de Obama, Jennifer Psaki.

Una ventaja por partida doble, porque la factibilidad de ese "sueño americano" para los hispanos fue precisamente el mensaje clave con el que la oposición republicana trata en estas elecciones de ganarse -hasta ahora sin mucho éxito, según las encuestas- el cada vez más decisivo voto latino.

"La tarea de Castro como orador principal está clara: le advertirá a algunos de los seguidores del presidente más vacilantes que Romney y Ryan se acercan a la escalera nacional de las oportunidades con sendos serruchos, y que Obama constituye su mejor apuesta para dejar intactos algunos de los travesaños más bajos, como el seguro médico para los niños pobres o buenas escuelas públicas", afirmaba ayer el Dallas News.

Y, como dicen los británicos, last but not least (último pero no menos importante), su aparición estelar -"Julián Castro se prepara para hacer historia", afirma ayer la CNN- hace palidecer un tanto al senador republicano de origen cubano Marco Rubio, que presentó a Romney en Tampa y al que muchos ya consideran un posible presidenciable latino.

Los guiños a los hispanos en la convención no empiezan ni acaban sin embargo con Julián Castro. De hecho, el propio presidente de la convención -a la que acudirán 800 delegados latinos- es también un destacado hispano: el alcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa.

Además, en la larga lista de discursos que precederán la aparición del alcalde de San Antonio también saltan a la vista varios nombres de origen hispano, como los de los congresistas Charles González y Nydia Velázquez, llamados a hablar en nombre del "caucus hispano", el grupo de congresistas de origen latino en el Capitolio.

También está llamado a hablar el senador por Nevada y líder de la Cámara Alta, Harry Reid, que lideró los hasta ahora frustrados esfuerzos por aprobar en el Capitolio algunas medidas migratorias, un asunto que los demócratas llevan toda la campaña explotando fuertemente de cara al voto hispano, muy sensible con este tema.

La carrera por la Presidencia sigue bastante reñida, con Obama superando a Romney por un punto, 47% frente 46%, según un sondeo de Gallup divulgado el lunes.

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