Merkel espera la derrota en las 'minigenerales' de Renania

La canciller y sus aliados del Partido Liberal no han conseguido formar ni un solo gobierno regional desde que ganaron las elecciones en el año 2009

Una pensativa Angela Merkel durante el último mitin de su partido en Düsseldorf.
Una pensativa Angela Merkel durante el último mitin de su partido en Düsseldorf.
María Laura Aráoz (Dpa) / Berlin

13 de mayo 2012 - 05:03

La canciller alemana, Angela Merkel, afrontará hoy probablemente una derrota de su Unión Cristiano Demócrata (CDU) en las elecciones de Renania del Norte-Westfalia, consideradas unas minigenerales por la importancia de este Estado federado, el más populoso del país.

Merkel y sus aliados del Partido Liberal no han conseguido formar un solo gobierno regional desde que llegaron al poder en 2009 y han perdido pesos pesados como Baden-Württemberg. A principios de mayo quedaron fuera del norteño estado de Schleswig-Holstein, hilvanando el décimo revés electoral.

Unos 13,2 millones de electores han sido convocados a las urnas para renovar el Parlamento de esta región industrial y minera en unos comicios que podrían marcar tendencia de cara a las generales de septiembre de 2013.

Los principales partidos de la oposición, el Partido Socialdemócrata (SPD) y Los Verdes, dirigen este land desde 2010 en minoría. A mediados de marzo no consiguieron votos suficientes para aprobar el presupuesto de 2012 y convocaron elecciones adelantadas en las que aspiran a obtener una mayoría clara al mando de la líder socialdemócrata Hannelore Kraft.

Las encuestas parecen darles la razón y sitúan al SPD, con un 37%, claramente por delante de la CDU, con el 30%. Los Verdes tienen un 12% en la intención de voto.

Los sondeos predicen el peor resultado para la CDU en este land, marcado por una campaña llena de tropiezos del candidato a jefe de Gobierno de la CDU, el ministro alemán de Medio Ambiente, Norbert Röttgen.

Considerado uno de los miembros más inteligentes del gabinete de Merkel y uno de los delfines de la canciller, Röttgen causó irritación al no dar una respuesta clara de si dirigiría la oposición regional en caso de derrota o si retornaría a su cartera en Berlín.

En las postrimerías de la campaña le llovieron las críticas cuando intentó reducir los comicios a un test sobre la política europea de la canciller y su gestión de crisis. Un gobierno regional democristiano impediría que el dinero de los contribuyentes alemanes fuera "arrojado a los barriles sin fondo de Europa" y despilfarrado "en aras de promesas electorales en Francia", aseguró.

Merkel, ofuscada porque la derrota pudiera interpretarse como una crítica a su gestión, se apresuró a aclarar que las elecciones eran importantes para Renania del Norte-Westafalia.

Las elecciones en Renania del Norte-Westfalia han desatado en el pasado verdaderos aluviones políticos en dirección a Berlín.

En 2005, el entonces jefe de Gobierno socialdemócrata, Gerhard Schröder, adelantó las elecciones generales después de que su partido sufriera una sonada derrota en esta región. Ello marcó el final del centroizquierda y dio paso a una gran coalición de socialdemócratas y democristianos.

Sin embargo, esta vez parece que algo así no va a ocurrir. Tanto ella como su partido siguen en cabeza de las preferencias electorales a nivel nacional. Una consulta publicada a mediados de semana reveló que el 61% de los alemanes respaldan su rígida política de austeridad.

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