La ventana
Luis Carlos Peris
Paco Camino o lo de nunca es tarde...
La canciller alemana, Angela Merkel, afrontará hoy probablemente una derrota de su Unión Cristiano Demócrata (CDU) en las elecciones de Renania del Norte-Westfalia, consideradas unas minigenerales por la importancia de este Estado federado, el más populoso del país.
Merkel y sus aliados del Partido Liberal no han conseguido formar un solo gobierno regional desde que llegaron al poder en 2009 y han perdido pesos pesados como Baden-Württemberg. A principios de mayo quedaron fuera del norteño estado de Schleswig-Holstein, hilvanando el décimo revés electoral.
Unos 13,2 millones de electores han sido convocados a las urnas para renovar el Parlamento de esta región industrial y minera en unos comicios que podrían marcar tendencia de cara a las generales de septiembre de 2013.
Los principales partidos de la oposición, el Partido Socialdemócrata (SPD) y Los Verdes, dirigen este land desde 2010 en minoría. A mediados de marzo no consiguieron votos suficientes para aprobar el presupuesto de 2012 y convocaron elecciones adelantadas en las que aspiran a obtener una mayoría clara al mando de la líder socialdemócrata Hannelore Kraft.
Las encuestas parecen darles la razón y sitúan al SPD, con un 37%, claramente por delante de la CDU, con el 30%. Los Verdes tienen un 12% en la intención de voto.
Los sondeos predicen el peor resultado para la CDU en este land, marcado por una campaña llena de tropiezos del candidato a jefe de Gobierno de la CDU, el ministro alemán de Medio Ambiente, Norbert Röttgen.
Considerado uno de los miembros más inteligentes del gabinete de Merkel y uno de los delfines de la canciller, Röttgen causó irritación al no dar una respuesta clara de si dirigiría la oposición regional en caso de derrota o si retornaría a su cartera en Berlín.
En las postrimerías de la campaña le llovieron las críticas cuando intentó reducir los comicios a un test sobre la política europea de la canciller y su gestión de crisis. Un gobierno regional democristiano impediría que el dinero de los contribuyentes alemanes fuera "arrojado a los barriles sin fondo de Europa" y despilfarrado "en aras de promesas electorales en Francia", aseguró.
Merkel, ofuscada porque la derrota pudiera interpretarse como una crítica a su gestión, se apresuró a aclarar que las elecciones eran importantes para Renania del Norte-Westafalia.
Las elecciones en Renania del Norte-Westfalia han desatado en el pasado verdaderos aluviones políticos en dirección a Berlín.
En 2005, el entonces jefe de Gobierno socialdemócrata, Gerhard Schröder, adelantó las elecciones generales después de que su partido sufriera una sonada derrota en esta región. Ello marcó el final del centroizquierda y dio paso a una gran coalición de socialdemócratas y democristianos.
Sin embargo, esta vez parece que algo así no va a ocurrir. Tanto ella como su partido siguen en cabeza de las preferencias electorales a nivel nacional. Una consulta publicada a mediados de semana reveló que el 61% de los alemanes respaldan su rígida política de austeridad.
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