Merkel condiciona la libre circulación a un reparto "justo" de los refugiados

la inmigración desborda a la ue | llamamiento contra las manifestaciones xenófobas

La canciller alemana advierte que Schengen peligra si la UE no acuerda una distribución equitativa por países París y Berlín ultiman el plan que presentarán a sus socios

Agencias Berlín

01 de septiembre 2015 - 05:03

La canciller de Alemania, Angela Merkel, advirtió ayer que el "desafío" aparejado a la masiva llegada de refugiados aún durará "un largo periodo de tiempo" y apuntó que si la UE no acuerda un reparto justo de estas personas, "muchos" pondrán en cuestión el acuerdo de Schengen.

La canciller alemana realizó estas declaraciones en Berlín, pocas horas antes de recibir al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, quien devuelve la visita que Merkel le realizó el pasado año en Galicia.

"Si no logramos una distribución justa de los refugiados, por supuesto que el tema de Schengen estará en la agenda de muchos", aseguró Merkel durante la rueda de prensa, en la que aludió al acuerdo sobre libre circulación que rige en el continente.

Europa se enfrenta a su peor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial y la canciller no dudó en hablar de "enorme desafío nacional", toda vez que Alemania es el país elegido como destino por gran parte de estos solicitantes de asilo.

"Será un asunto central no sólo durante días o meses, sino también durante un largo periodo de tiempo", dijo, en un llamamiento a la "flexibilidad" y la paciencia. Merkel abogó también por acelerar los plazos de resolución de las peticiones de asilo.

Asimismo, la canciller defendió que hay muchos más alemanes a favor de ayudar a los inmigrantes que en contra e instó a la población a no sumarse a las manifestaciones xenófobas que han comenzado a proliferar en el país centroeuropeo.

El reparto de refugiados por cuotas entre los países de la Unión Europea (UE) estará incluido en el plan conjunto que Alemania y Francia presentarán a sus socios en los próximos días, aseguró Merkel.

La jefa del Gobierno alemán aseguró que el plan de Berlín y París está en gran medida "consensuado" e incluye un reparto justo, teniendo en cuenta el volumen de la población de cada país y su fortaleza económica.

Además, la propuesta franco-alemana para afrontar la crisis de los refugiados contempla asimismo una redefinición de los países de origen considerados seguros y la intensificación de los esfuerzos diplomáticos para estabilizar naciones y tratar de frenar conflictos como el de Siria.

"Europa en su conjunto debe moverse", aseguró la canciller, que considera imprescindible "repartir cargas" entre los distintos países y cree que algunos puntos del Procedimiento de Dublín no son válidos en la situación actual.

A su juicio, si la UE fracasa en su intento de dar respuesta al reto de la crisis de los refugiados, los Veintiocho corren el riesgo de "romper el vínculo" que une a Europa con los "derechos humanos universales", un elemento fundacional y fundamental del bloque.

Los ministros de Interior de Francia y Alemania, agregó la canciller, serán los encargados de explicar en detalle esta iniciativa a algunos de sus homólogos el próximo 14 de septiembre. A este respecto, resaltó que no acepta las excusas de algunos países, que han pedido no aceptar refugiados musulmanes porque son de mayoría católica, ya que está por encima "la dignidad de cada persona".

En el ámbito nacional, Merkel avanzó que para esta "gran tarea nacional", que ocupará al país por un "largo período de tiempo", su Gobierno está ultimando un paquete de medidas, legales y financieras de más de 10.000 millones de euros.

Este paquete, que probablemente se aprobará el 24 de septiembre, prevé una reforma del proceso de asilo para hacerlo más ágil (mejorando también el procedimiento de devolución), así como la construcción de más centros de acogida. Asimismo, incluirá un reparto "justo" de los costes entre el Gobierno central, los Länder y los municipios.

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