May vuelve sin avales de la UE para vender su pacto en Londres
La 'premier' discute con Juncker y recibe un rechazo contundente para lograr más garantías jurídicas para su pacto del ‘Brexit’
Londres/Theresa May continúa viendo posible obtener concesiones de Bruselas que faciliten la aprobación del acuerdo del Brexit en el Parlamento británico, pese a la ausencia de avances significativos en ese terreno en la cumbre comunitaria que terminó hoy. Los líderes de los 27 países restantes de la UE recalcaron que no están dispuestos a reabrir el tratado de salida que aprobaron a finales de noviembre, ni a negociar nuevas obligaciones legalmente vinculantes para satisfacer las demandas del sector más euroescéptico del Partido Conservador británico.
Aun así, May se mostró convencida de la posibilidad de conseguir garantías adicionales que convenzan a las decenas de tories que se han mostrado hasta ahora contrarios al acuerdo. "El diálogo que he mantenido con mis colegas me ha demostrado que son posibles nuevas clarificaciones", dijo al final del Consejo Europeo en Bruselas la primera ministra, que espera continuar negociando con el resto de mandatarios europeos en los próximos días.
"Realmente son posibles nuevas aclaraciones", dijo en Bruselas, contradiciendo informaciones que apuntaban a que la UE habría descartado nuevas concesiones. No obstante, a la premier se la vio discutiendo con con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
La UE ofreció nuevas garantías a la cuestión irlandesa, pero menos de las que la conservadora esperaba. Comentaristas británicos hablaron de una humillación y un "golpe devastador" contra May.
Además, la premier protagonizó una disputa con Juncker, según reconoció ella misma tras la cumbre.
Poco antes, las imágenes de una conversación entre ambos dieron mucho qué hablar, después de que los periodistas las interpretaran como una fuerte disputa en vista de los gestos corporales. Según dijo luego, Juncker le aseguró que sus críticas contra declaraciones "nebulosas" del Reino Unido no eran algo personal y todo se desarrolló a un nivel habitual de debate.
Los conservadores euroescépticos y sus socios del norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP) le exigen que cambie los términos de la salvaguarda diseñada para Irlanda del Norte, dado que temen que el Reino Unido quede atado por esa cláusula a las estructuras comunitarias durante años.
La líder del DUP, Arlene Foster, insistió en que May tiene que "plantar cara" a la UE y lograr modificaciones en el tratado de salida, porque tal como está "no logrará el respaldo del Parlamento". Angela Merkel recalcó que la UE ya ha dado garantías al Reino Unido y que éstas están refrendadas.
Ese texto constata que el acuerdo de salida con el Reino Unido "no está abierto a una renegociación" y remarca que el mecanismo de seguridad para Irlanda del Norte es una solución diseñada para ser temporal, pero que se aplicará hasta que se llegue a un nuevo acuerdo comercial que "asegure que se evita una frontera dura" entre las dos Irlandas.
El líder de la oposición en el Reino Unido, Jeremy Corbyn, insistió en que el pacto alcanzado está "muerto" y urgió a May a "dejar de hacer correr el reloj" y someterlo a votación cuanto antes. "La primera ministra ha fracasado totalmente en su intento de conseguir cambios en su acuerdo", esgrimió Corbyn.
Las dificultades para aprobar un acuerdo han elevado en los últimos días el temor a que el 29 de marzo el Reino Unido se vea obligado a romper sus lazos con la UE de manera no negociada. El ex primer ministro Tony Blair adujo que Londres y Bruselas deben comenzar a prepararse para extender el plazo que marca el Tratado de Lisboa para la salida británica de la UE a fin de dejar tiempo para organizar una consulta. "Sabemos cuáles son las opciones para el Brexit. El Parlamento tendrá que decidirse por alguna de ellas. Y si el Parlamento no es capaz, entonces tendrá que decidir consultar con el pueblo", sostuvo Blair.
Temas relacionados
No hay comentarios