Londres triplica sus efectivos de seguridad contra la ola de violencia
Unos 16.000 agentes vigilarán la capital inglesa en la cuarta noche desde que se iniciaron los disturbios. Hasta ahora hay más de 550 detenidos.
Scotland Yard triplicará la noche de este martes su presencia en las calles de Londres con el despliegue de 16.000 agentes contra la actual ola de violencia, aunque de momento el Gobierno no prevé medidas más expeditivas como recurrir al Ejército.
La Policía respondió el lunes con la mayor operación desplegada en las tres noches de incidentes que sufre la capital, con 2.500 agentes que se sumaron a los 3.500 que operan habitualmente, además de refuerzos de otros cuerpos y el uso de vehículos blindados. En los próximos días la Policía, que lamentó los "niveles alarmantes de violencia" contra ella, planea investigar todas las pruebas, incluidas las imágenes de las cámaras de seguridad instaladas en las calles, para llevar ante la Justicia a los responsables de actividades delictivas.
Un total de 563 personas han sido detenidas en relación con los disturbios, de las cuales 105 ya han sido imputadas, según el último balance ofrecido por Scotland Yard. De estos, al menos 310 personas fueron arrestadas entre las 16:00 del lunes y primera hora del martes después de los incidentes registrados en varios puntos de la capital. Según la Policía Metropolitana, de los 32 detenidos que han comparecido ante el tribunal, 18 han sido mantenidos bajo custodia.
En concreto, se han presentado cargos contra 63 personas por robo con allanamiento de morada, otras ocho han sido acusadas de delitos contra el orden público, otras dos de asalto a la Policía, tres de robo, cuatro de posesión de armas ofensivas, y cinco de tener bienes robados. El resto han sido imputadas por otros cargos, incluidas tres por delitos de drogas.
Así, la Policía Metropolitana ha indicado que como consecuencia de "la violencia sin precedentes" experimentada por sus efectivos en los "graves" disturbios en Londres, un total de 48 agentes han resultado heridos en el ejercicio de sus obligaciones por cumplir "valientemente con su obligación de mantener la seguridad en Londres", ha comentado el subcomisario de la Policía, Steve Kavanagh.
Además, estos no descartan emplear balas de goma si lo "considera necesario". Hasta ahora, "Scotland Yard nunca ha empleado este tipo de medida para combatir disturbios callejeros y según su número dos, la Policía londinense no va a echar por tierra "180 años de patrullas con la comunidad", ha explicado Kavanagh.
Mientras, en Birmingham, agentes policiales han detenido a unas cien personas después de que el centro de la ciudad fuera escenario durante la madrugada de actos de saqueo y vandalismo. Entretanto, en Liverpool, a primera hora de este martes todavía había grupos de jóvenes protagonizando actos de vandalismo, si bien los brotes de violencia han sido aislados en algunos puntos del centro de la ciudad, después de que un grupo de unas 300 personas, en su mayoría jóvenes encapuchados, han prendido fuego a varios vehículos el norte de la ciudad. En Bristol, más de 150 alborotadores han provocado incidentes en algunos puntos de la ciudad, mientras que en Nottingham unas 30 personas han provocado daños en unos 40 vehículos en una noche de violencia que se ha vinculado con los sucesos de Londres.
Comercios, bares y teatros cerrados
Muchos de los comercios y pubs de Londres han cerrado por temor a nuevos disturbios violentos, y las autoridades recomendaron a los residentes de algunos barrios que eviten estar en la calle.
Las medidas de precaución se tomaron también en algunos teatros de Londres, que decidieron cancelar sus actuaciones de esta noche en previsión a posibles actos vandálicos, aunque los populares escenarios del West End continuaron con su programación habitual.
Muchos pubs típicos de Londres optaron también por cerrar antes de hora en zonas de mayor actividad nocturna de la capital británica, como Angel, donde las autoridades recomendaron no estar en la calle si no es absolutamente necesario.
La Policía ha pedido a los padres con hijos menores que colaboren y se aseguren de que los más jóvenes no se implican en los disturbios, protagonizados en muchos casos por encapuchados veinteañeros y adolescentes.
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