Libia, Irán y la economía centran la reunión entre Obama y Merkel
Los mandatarios intentan minimizar el clima de tensión surgido entre ellos después de la abstención alemana en la votación para dar luz verde a la operación contra Gadafi
"Barack" y "Angela". El llamarse por los nombres de pila no fue el único gesto de complicidad que compartieron el presidente de EEUU, Barack Obama, y la canciller alemana, Angela Merkel, durante la visita oficial ayer de la líder germana a la Casa Blanca, en la que revisaron la agenda internacional política y económica.
El escenario estaba cuidadosamente preparado -desde la recepción con honores militares y 19 salvas hasta la máxima condecoración civil que recibió después Merkel, además de la cena de Estado que se celebró en su honor- y los mandatarios no dejaron de lanzarse halagos y aseveraciones de amistad mutua y respeto.
"Alemania es uno de nuestros aliados más fuertes. No hay apenas temas globales en los que no nos consultemos mutuamente", afirmó Obama ante Merkel, de la que dijo valorar su "actitud pragmática hacia cuestiones complejas, su inteligencia y su franqueza", pese a que ésta les ha provocado algún que otro desencuentro en un pasado no tan lejano, entre otros por Libia. "Confío en ella", aseguró.
Merkel tampoco se quedó atrás a la hora de halagar al presidente -"querido Barack"- y al país que lidera. "En un aspecto personal, sin EEUU con toda probabilidad yo no estaría aquí ante ustedes", dijo la política oriunda de la antigua Alemania del Este, en referencia a su papel tras la Guerra Fría. "Europa y Alemania no tienen un mejor socio que EEUU", subrayó.
Obama apartó otros temas de su agenda para dedicarle prácticamente toda la jornada a Merkel, con quien ya coincidió una decena de veces pero que, como subrayó el presidente, es la primera líder europea que realiza no ya sólo una visita oficial a la Casa Blanca, sino que recibe una cena de Estado. Un honor raro de la Casa Blanca y que durante la Administración Obama sólo han recibido otros tres países antes que Alemania: China, México y la India.
Merkel recibió además la Medalla de la Libertad, la mayor condecoración civil que concede EEUU.
Antes, sin embargo, ambos gobernantes dedicaron un amplio espacio a una reunión bilateral en la que repasaron algunos de los principales conflictos políticos y económicos del mundo.
Una de las grandes dudas era la reacción de ambos ante la cuestión libia, después de las tensiones que generó la abstención alemana en la votación del Consejo de Seguridad de la ONU que dio luz verde a la misión contra las fuerzas de Muamar el Gadafi.
En una entrevista con un diario alemán previa a la llegada a Washington de Merkel, Obama había dicho que esperaba un mayor compromiso de Alemania en la misión aliada en Libia. Ayer, sin embargo, matizó sus palabras y aseguró que este mayor compromiso puede darse en la posterior fase tras la dimisión de Gadafi, de la que ambos mandatarios se manifestaron "confiados" en que ocurrirá más temprano que tarde.
"Va a haber muchas cosas por hacer cuando Gadafi dimita para ayudar a los libios a volver a ponerse en pie, trabajo político, económico, y mi expectativa es un apoyo total y robusto de Alemania en un amplio espectro de asuntos", dijo Obama en la rueda de prensa conjunta con Merkel.
Ambos se mostraron más unidos en temas como las acciones en Afganistán, su oposición a que los palestinos busquen de forma unilateral un reconocimiento a su Estado en la ONU -"se deberían evitar acciones unilaterales", subrayaron- o la necesidad de mano firme frente a Irán, ante el que no descartaron nuevas sanciones.
"Acordamos que si la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) determina de nuevo que Irán sigue ignorando sus obligaciones internacionales, no tendremos más remedio que considerar pasos adicionales", dijo Obama. Ello incluiría, agregó, "potenciales sanciones adicionales para intensificar la presión sobre el régimen".
En materia económica, resaltaron la necesidad de aunar esfuerzos para salir de la crisis global pero dejaron claro que consideran mejor que cada país o región se dedique a sus problemas en vez de opinar sobre los del otro.
Obama afirmó que Alemania será un "líder clave" para que Grecia salga de su crisis de deuda y, aunque aseguró la disposición de EEUU para apoyar en lo que sea necesario, subrayó que los europeos "tendrán que tomar decisiones sobre cómo siguen adelante".
"En Europa tenemos las manos llenas ya con todo lo que tenemos que hacer y estoy absolutamente convencida de que al igual que nosotros asumimos nuestras responsabilidades, EEUU también lo hará", declaró Merkel por su parte.
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