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Israel responde a Irán con un ataque limitado y sin daños

Lanza drones a una base aérea del país muy cerca de la principal central nuclear de Irán, que son repelidos sin problemas

Teherán da a entender que no habrá represalia mientras Israel guarda silencio y desliza que se trata de un mensaje sobre su capacidad militar

La confusión rodea el anunciado ataque contra Irán

Detenido un hombre que entró en el consulado de Irán en París con supuestos explosivos

El presidente iraní asegura que pudo destruir Israel en el ataque del sábado

Manifestación en Teherán contra el régimen y a favor de Israel / Abedin Taherkenareh /E Fe

Las autoridades israelíes guardaban este viernes un silencio casi absoluto tras el ataque aéreo a la base aérea de Shekari, en el norte de la localidad del centro de Irán Isfahan y muy cerca de la mayor central nuclear de Irán, la de Natanz.

Las primeras noticias hablaban de que Tel Aviv había lanzado en la madrugada del viernes varios misiles con destino al centro de Irán, según alertó en primer lugar un alto funcionario estadounidense a la cadena ABC. Posteriormente, Teherán negó que se hubiera producido un ataque con misiles y sí admitió que las defensas aéreas habían derribado varios drones: “Hasta el momento no se ha informado de ningún impacto o explosión a gran escala causado por ninguna amenaza aérea”, afirmó la agencia estatal del país IRNA.

En Israel mutismo absoluto sobre los hechos, al menos de forma oficial. El único que se pronunció fue el ministro israelí de Seguridad Nacional, el ultraderechista y colono Itamar Ben Gvir, que en redes sociales publicó una única palabra: “¡Espantapájaros!”, que en argot hebreo signfica “débil”.

Su mensaje hacía referencia a una publicación anterior en la que pedía que la respuesta israelí al ataque de Irán con más de 300 drones y misiles del pasado sábado no fuera un “espantapájaros”.

El líder de la oposición israelí, Yair Lapid, se refirió al mensaje de Ben Gvir como “imperdonable”, y dijo en la red social X que el ultraderechista ha logrado “burlarse y avergonzar a Israel desde Teherán hasta Washington”.

Mientras, Irán vivía un día de aparente normalidad después del ataque. Tras una alarma inicial que llevó al cierre de cuatro aeropuertos (que más tarde reanudaron sus operaciones), la situación volvió a la normalidad y la vida transcurrió como cualquier otro viernes, que es día festivo en Irán.

El Ejército iraní dio a entender –sin decirlo explícitamente– que no planea responder al nuevo ataque de Israel, mientras los medios estatales se esfuerzan en subrayar la aparente tranquilidad con la emisión de imágenes festivas y turísticas. “Gracias a nuestra vigilancia, se disparó a objetos voladores”, dijo el comandante en jefe del Ejército de Irán, el general de división Abdul Rahim Musavi, a la agencia iraní Defa Press, especializada en defensa. Ante la pregunta de si Irán responderá a la agresión, Musavi afirmó: “Ya se ha visto la respuesta de Irán”, en una aparente alusión al ataque del pasado sábado a Israel.

Según el diario israelí The Jerusalem Post, que cita fuentes anónimas, la ofensiva israelí buscaba mandar la señal de que Israel no quiere una guerra regional, pero que aun así tiene la capacidad de atacar las instalaciones nucleares iraníes, si así lo decide.

“El mensaje (del ataque) era inequívoco: Esta vez decidimos no atacar sus instalaciones nucleares, pero podría haber sido peor”, aseguraron las fuentes israelíes al periódico. Otra fuente oficial israelí incidió al diario norteamericano The Washington Post que el ataque de Israel tenía la intención de demostrar a Teherán que los israelíes tienen capacidad de llegar con sus armas al centro del país persa.

El mundo, mientras, sigue pidiendo contención y que se frene definitivamente la escalada militar. Los ministros de Exteriores del G-7, reunidos en la isla italiana de Capri, dijeron que se va a llevar a cabo “un esfuerzo diplomático para la desescalada” de la crisis: “Exigimos que se detenga, veremos si somos convincentes”, afirmó Antonio Tajani, ministro de Exteriores italiano

Por su parte, el secretario de Estado norteamericano dejó claro que “no participamos en ninguna operación ofensiva. Lo que puedo decir es que estamos trabajando en la desescalada. No quiero decir nada más, no estamos implicados”, dijo.

Entre los países árabes Egipto expresó este viernes su “profunda preocupación” por la situación y pidió que las partes ejerzan “autocontrol máximo” para evitar la extensión del conflicto en Oriente Medio

Mientras, la ofensiva israelí en la Franja de Gaza continúa, y los muertos en el enclave palestino ya superan los 34.000 desde que comenzó la guerra entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás, el pasado 7 de octubre.

Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás, 42 personas murieron y 63 resultaron heridas en ataques israelíes en las últimas 24 horas, lo que lleva el total de fallecidos a 34.012 y el de heridos a 76.833.

El Ejército israelí aseguró, además, que en las últimas 24 horas mataron a dos supuestos combatientes en un ataque aéreo en el centro de la Franja, mientras que cazas militares “atacaron y destruyeron aproximadamente 25 objetivos” entre los que citaron “instalaciones militares, puestos de observación, puestos de lanzamiento y otras infraestructuras militares”.

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