Golpe a la noche joven parisina

Atentados en París

El ataque yihadista se centra en una zona repleta de bares de copas con precios asequibles y con la mítica Bataclan, fundada en 1864, como bandera.

Foto: EFE
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Efe, París

15 de noviembre 2015 - 05:03

Francia trata de asumir el dolor por los atentados del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en las inmediaciones del Estadio de Francia y en un barrio de moda en la noche parisina, muy frecuentado por los jóvenes, a pocas manzanas de la sede de la revista Charlie Hebdo, atacada en enero.

A diferencia del atentado contra ese semanario satírico, centrado en periodistas que habían publicado caricaturas de Mahoma, esta nueva masacre tuvo como objetivo a la población en general y, dado el momento a la juventud parisina en particular. Los ataques se centraron en algunas de las zonas más de moda para salir o escuchar música: los distritos X y XI de París, con sus bares de ambiente bohemio y no especialmente caros fueron los más afectados en la catástrofe.

Y especialmente la mítica sala de conciertos Bataclan, situada en un teatro construido en 1864, donde murieron tiroteados más de 80 de los asesinados en esta oleada de atentados y que ayer permanecía protegida por un inmenso perímetro policial, rodeado a su vez de gran cantidad de unidades móviles y periodistas de múltiples nacionalidades, así como de curiosos y vecinos con gesto adusto.

"Oí tres ráfagas de tiros", indicó Sheherazade, francesa de origen tunecino que se encontraba en su casa, situada junto al cordón policial, cuando comenzó el ataque en la sala. "Los periodistas no tienen que decir que fueron los islamistas, no lo son. Si fueran musulmanes, primero no matarían, y en segundo lugar, matar a inocentes así un viernes... Son terroristas, criminales, en bandas organizadas".

Los portales cercanos a Bataclan se llenaron de velas y ramos de flores con notas en las que se podía leer "Para los ángeles del rock", en referencia a los fallecidos cuando varios de los terroristas abrieron fuego contra los espectadores que fueron a escuchar al grupo Eagles of Death Metal.

Entre los curiosos de pronto irrumpieron los acordes de Imagine, de John Lennon, interpretados por un joven en un piano portátil decorado con el símbolo de la paz que fue muy aplaudido por el público y que alivió en cierto modo la tensión y la emoción de las últimas horas. "La violencia es inútil", repetía el pianista en inglés.

Para Ángel, un vecino peruano que vive muy cerca del Bataclan, "no hay seguridad prácticamente ahora en París, por muy valientes que queramos ser, es imposible. No tenemos la seguridad ni siquiera de ir a tomar un café a un bar porque cualquiera puede pasar y disparar".

Desde el punto de vista de Teresa, una mujer portuguesa que ayer estaba a las puertas de un hospital parisino, los atentados fueron contra "los jóvenes" y "la libertad". "No somos libres en Francia", apostilló. Su postura contrastó la de Sara, una joven francesa que frecuenta con sus amigos los bares de la zona más afectada, "más conocida por los parisinos" que por los turistas. "Es un barrio por el que sale mucho la gente, pero al final es algo que puede ocurrir en cualquier sitio".

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