Lula afirma que los vándalos "fascistas" del asalto en Brasil serán encontrados y castigados

El presidente brasileño decreta la intervención federal en el área de la seguridad de Brasilia

Cientos de partidarios de Bolsonaro asaltan las sedes del Congreso, la Presidencia y el Supremo de Brasil

Fuerzas policiales ante los manifestantes.
Fuerzas policiales ante los manifestantes. / EFE

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este domingo en un pronunciamiento que los "vándalos fascistas" que invadieron las sedes del Parlamento, el Supremo y la Presidencia serán "encontrados" y "castigados".

El dirigente brasileño decretó también la intervención federal en el área de la seguridad de Brasilia, tras el caos provocado por miles de seguidores radicales del exmandatario Jair Bolsonaro.

Antes, el ministro de Justicia de Brasil, Flávio Dino, afirmó este domingo que "no prevalecerá" la voluntad de los bolsonaristas. En un mensaje de Twitter, dijo que "va a haber refuerzos" policiales y que las fuerzas que están disponibles "están actuando".

"Este intento absurdo de imponer la voluntad por la fuerza no va a prevalecer. El Gobierno del Distrito Federal (de Brasilia) afirma que habrá refuerzos. Y las fuerzas de las que disponemos están actuando. Estoy en la sede del Ministerio de Justicia", dijo Dino.

Centenas de seguidores del ex presidente brasileño Jair Bolsonaro invadieron este domingo la sede del Congreso Nacional y, sucesivamente, hicieron lo mismo con las sedes del Tribunal Supremo y el palacio de Planalto, sede del Ejecutivo.

Lula, que asumió la Presidencia de Brasil el pasado 1 de enero, se encuentra este fin de semana de viaje en la ciudad de Araraquara, en Sao Paulo.

Los radicales, que defienden tesis golpistas, sobrepasaron una barrera policial y se dirigieron a la plaza de los Tres Poderes, donde se encuentran la sede del Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

En los tres edificios rompieron los vidrios y causaron daños en el interior.

Centenares de bolsonaristas radicales están acampados frente al Cuartel General del Ejército, en Brasilia, desde el día posterior a las elecciones del pasado 30 de octubre, en las que Lula derrotó a Bolsonaro.

Los campamentos de los bolsonaristas radicales, que se han multiplicado en ciudades de todo el país, comenzaron a ser desmontados el viernes en Belo Horizonte, capital de Minas Gerais, donde ocurrieron algunos disturbios.

Desde el triunfo de Lula en la segunda vuelta electoral del 30 de octubre, con el 50,9 % de los votos válidos frente al 49,1 % de Bolsonaro, los simpatizantes del expresidente Bolsonaro se han concentrado en las afueres de los cuarteles del Ejército

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