Gadafi envía emisarios a Egipto y Europa

La OTAN y la UE se reúnen en Bruselas con un gran rompecabezas entre las manos: ¿cómo forzar la salida del dictador libio, Muamar al Gadafi, utilizando medios contundentes, incluidos los militares, pero sin esquivar la legalidad internacional?

Mientras Gadafi hace oídos sordos a los llamamientos de la comunidad internacional, entre ellos de la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, para frenar la represión, Washington, Bruselas y la Alianza analizarán todas las opciones" sobre la mesa para frenar las masacres.

Pero el dictador libio ignora completamente la semántica diplomática de la comunidad internacional. Tampoco parece preocuparle lo más mínimo que la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya le investigue por crímenes contra la humanidad por la represión y muerte de cientos de civiles.

Ante su actitud despectiva, Europa y la OTAN estudian ahora la manera pasar del capítulo de la diplomacia, que está resultando a la postre estéril, al de la antesala de las acciones militares, prebélicas u semihostiles, según se prefiera.

Y es que, hasta la fecha, la única respuesta de Gadafi a los comunicados de Ashton han sido más ataques a los opositores y acusar a Occidente de gestar un "un complot colonialista" contra su país.

Londres y París, con apoyo de Washington, son los abanderados de una posible nueva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para establecer una zona de exclusión aérea sobre Libia que impida que la aviación leal al dictador pueda seguir con sus bombardeos contra civiles.

Con el objetivo de intentar desentrañar las complejas ecuaciones en que se ha convertido la crisis, los ministros de Exteriores de la UE se dan cita hoy en Bruselas para analizar la posibilidad de aplicar nuevas sanciones.

Los ministros de Defensa de la OTAN también dialogarán en la capital belga para pergeñar detalles de un plan de acción centrado, precisamente, en ese posible bloqueo aéreo del país. No obstante, según reiteró hasta la saciedad el secretario general aliado, Anders Fogh Rasmussen, el bloque militar sólo está dispuesto a llevar a cabo esa medida con el apoyo de la ONU.