¿Fin de la era conservadora?
Algunas voces autorizadas dentro de la formación ven en el triunfo de Obama y la ampliación del poder de los demócratas en el Congreso el principio del final
Los republicanos veían venir el desastre. Se dirigían hacia él de manera frontal. Su candidato a la presidencia tuvo que darse por vencido ayer tras una dura batalla. Los conservadores sufrieron también amargas derrotas en las elecciones legislativas.
"Todo republicano serio debe preguntarse: ¿Cómo acabamos en este embrollo?", se quejó hace poco Newt Gingrich, peso pesado del partido. "No estuvimos ahí donde deberíamos estar. Esto no fue sólo mala suerte".
Y ya se escuchan las primeras voces que ven en el triunfo de Obama y la ampliación del poder de los demócratas en el Congreso el principio del fin de la era conservadora, que comenzó en su momento con la elección de Ronald Reagan como presidente de Estados Unidos en 1980.
Los republicanos no están en esta situación desde ayer. Ya a principios de año perdieron tres lugares que creían seguros en la Cámara de Representantes en las elecciones en Illinois, Mississippi y Luisiana. Fue una clara señal de alerta.
La marca de fábrica republicano ya no sirve, se quejó Tom David, legislador de Virginia. "Si fuera la marca de un alimento para perros, entonces los dueños de los perros ya habrían pedido que la retiraran de los estantes".
Davis añadió que para las elecciones esperaba la "peor atmósfera desde el Watergate".
En la búsqueda de culpables todos los dedos apuntan, sobre todo desde el partido, al presidente George W. Bush. La guerra de Iraq, la pérdida de reputación de Estados Unidos en todo el mundo, el déficit presupuestario, las gigantescas deudas y finalmente la crisis financiera y el declive de la coyuntura. Ningún otro hombre en la Casa Blanca desde Richard Nixon fue tan poco popular como lo es ahora el tejano.
"Incluso los más empedernidos seguidores del movimiento conservador dicen que esto nos lo tenemos merecido. Olvidamos por qué fuimos elegidos", comentó el día de la votación el comentarista de la Msnbc Joe Scarborough.
"Ésta es una de esas pocas elecciones remodeladoras que ocurren una vez por generación y que anuncian el fin de una era política y el inicio de una nueva", dijo el historiador Allan Lichtman, de la American University. Incluso si hubiera ganado McCain, no habría podido regresar a la antigua era conservadora.
Otros analistas se muestran más escépticos. "Desde 1980 vivimos en un Estados Unidos de centro-derecha, pero ahora estamos bien en el centro y posiblemente nos movamos hacia la izquierda", comentó el prestigioso colaborador de Newsweek, Jonathan Alter.
Pero si los demócratas "se permiten una serie de errores de principiantes en materia de política exterior", advierte Alter, entonces incluso el gran triunfo de los demócratas no será más que un "bache en la autopista Ronald Reagan".
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