La ventana
Luis Carlos Peris
Reventa y colas para la traca final
Estrasburgo / Toronto/Los principales grupos políticos de la Eurocámara han expresado su preocupación por el espionaje de Estados Unidos a ciudadanos europeos a través de internet y han pedido a la Comisión que exija explicaciones a las autoridades norteamericanas y que tenga en cuenta esta cuestión en las próximas negociaciones del acuerdo de libre comercio UE-EEUU. En un debate convocado con carácter urgente, el comisario responsable de Protección de los Consumidores, Tonio Borg, ha dicho que el denominado programa Prism y la ley que lo ampara "potencialmente ponen en riesgo el derecho fundamental a la privacidad y la protección de datos de los ciudadanos europeos".
La vicepresidenta de la Comisión y responsable de Justicia, Viviane Reding, tiene previsto pedir explicaciones a las autoridades norteamericanas sobre este caso en la reunión ministerial UE-EEUU que se celebra el viernes en Dublín. En particular, Reding "exigirá aclaraciones sobre si el acceso a los datos personales en el marco del programa Prism se limita a casos individuales y se basa en sospechas concretas o permite transferencias masivas de datos", según ha dicho Borg.
El representante del Ejecutivo comunitario ha pedido además a la Eurocámara que acelere la aprobación de las nuevas reglas de la UE sobre protección de datos al considerar que resolverán cualquier "laguna" legal existente. Esta legislación dejará claro que "las empresas no europeas -como Google o Facebook, implicadas en Prism- que ofrezcan productos o servicios a los consumidores europeos deberán aplicar plenamente la ley de la UE sobre protección de datos". En todo caso, Borg ha subrayado que "no hay que olvidar quién es el enemigo". "¿Qué sería la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado sin la recogida de inteligencia adecuada?", ha apuntado.
Preocupación
El portavoz del PP europeo, Manfred Weber, ha dicho que las informaciones sobre el espionaje de Estados Unidos a ciudadanos europeos son "motivo de grave preocupación" y ha considerado "completamente inaceptable" que las autoridades norteamericanas garanticen una mayor protección de datos a sus propios ciudadanos que a los extranjeros. Weber ha pedido "transparencia" y "claridad" al Gobierno norteamericano, al británico y también a las empresas de internet. Asimismo, el representante popular ha reclamado a la Comisión que negocie con Estados Unidos un acuerdo sobre protección de datos personales general y no limitado a la cooperación policial y judicial como el que está sobre la mesa desde 2011. No obstante, Weber ha resaltado que "es importante resaltar que Estados Unidos es nuestro socio" y que las autoridades europeas se han beneficiado de programas norteamericanos como Swift, que analiza los datos financieros, para detener ataques terroristas.
El portavoz socialista, Claude Moraes, ha dicho que el descubrimiento del programa Prism ha supuesto un "shock para los ciudadanos europeos" y "ha causado una gran brecha de confianza" porque supone una recogida masiva de información "que puede ser completamente innecesaria para la lucha contra el terrorismo". Moraes se ha declarado "particularmente preocupado" por la colaboración de las empresas de internet y ha pedido que la protección de datos se tenga en cuenta en la negociación del acuerdo comercial UE-EEUU. "Quinientos millones de ciudadanos europeos quedaron conmocionados la semana pasada al saber que una nación extranjera tiene acceso ilimitado a todos los detalles íntimos de su vida privada", ha resaltado la portavoz liberal, Sophia In't Veld, que ha atacado al presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, por no estar en el debate, y a sus propios colegas eurodiputados por ausentarse en un "hemiciclo vacío". "Necesitamos liderazgo político en Europa para defender los derechos de los ciudadanos", ha reclamado la portavoz liberal, que ha acusado a los Estados miembros de hacer lo mismo que Estados Unidos y ha dicho que la UE ha perdido "autoridad moral" para pedir a otros países como Egipto o Irán que no espíen a sus ciudadanos.
El portavoz de los Verdes, Jan Philipp Albrecht, ha dicho que "la vigilancia masiva no es compatible con el Estado de derecho y la democracia" y ha pedido la rápida adopción de las nuevas reglas de la UE sobre protección de datos; por su parte, la representante de Izquierda Unitaria, Marie-Christine Vergiat, ha censurado que "los ciudadanos europeos no tengan los mismos derechos que los ciudadanos estadounidenses".
El más contemporizador ha sido el portavoz de los conservadores británicos, Timothy Kirkhope, que ha acusado a sus colegas eurodiputados de "retórica antiamericana", "oportunismo" y de "olvidar quién es el enemigo". "Muchas veces se critica a las agencias de inteligencia por no actuar con suficiente antelación y se les condena igualmente por ir demasiado lejos", ha lamentado. Kirkhope ha admitido no obstante que cualquier aumento de la vigilancia debe realizarse "dentro de los confines de los principios democráticos y la supervisión legal" y ha apoyado pedir aclaraciones a Estados Unidos. "Cuando tratamos con aliados y queremos respuestas y la verdad, los amigos escuchan mejor cuando se les habla que cuando se les grita", ha concluido.
Canadá también vigila las comunicaciones
Mientras, Canadá ha admitido que también tiene un programa de espionaje de teléfonos, correos electrónicos y otras actividades en internet similar al de Estados Unidos desde 2011, según dijo el ministro de Defensa canadiense, Peter MacKay. Durante una intervención en la Cámara Baja del Parlamento canadiense, MacKay confirmó informaciones aparecidas en medios de comunicación locales, pero dijo que "el programa tiene específicamente prohibido mirar la información de canadienses". "Este programa está dirigido a actividades fuera del país, amenazas extranjeras", añadió MacKay.
El programa se aprobó en 2005, pero fue suspendido en 2007 y 2008 después de que el organismo que controla el servicio de inteligencia electrónica de Canadá (CSEC) expresara el temor de que era demasiado amplio y podía incluir la vigilancia de ciudadanos canadienses. En noviembre de 2011, MacKay aprobó una nueva versión del programa que, según informaciones publicadas, registra el llamado "metadata" de las comunicaciones. El metadata es la información asociada con comunicaciones electrónicas (como direcciones de protocolo de internet, o la hora en que se produjo la comunicación), pero no el contenido de la información, por lo que legalmente las autoridades canadienses no necesitan autorización judicial para recopilar este tipo de datos.
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