El Ejército sirio acorrala a los rebeldes antes del inminente asalto sobre Alepo
Las fuerzas gubernamentales aseguran que ya han completado el envío de refuerzos y esperan la orden de atacar la ciudad · Más de 20.000 militares y otros tantos opositores, listos para la batalla
El Ejército sirio continuó bombardeando ayer de manera intensiva el principal bastión rebelde de Alepo y se enfrentaba a los insurgentes en otras zonas de la ciudad, antes de lanzar la batalla decisiva para retomar el control de esta metrópolis clave del norte de Siria. La artillería reanudó por la mañana el bombardeo del barrio de Salahedin asediado por el Ejército y que la víspera sufrió el ataque más violento desde la apertura del frente de Alepo el 20 de julio, indicó la ONG Observatorio Sirio de los Derechos Humanos.
También había combates en otras zonas de la ciudad, pulmón económico de Siria situado a 355 kilómetros al norte de Damasco, precisó esta ONG que obtiene sus informaciones de militantes y testigos en el país.
El Ejército regular sirio terminó ayer el envío de importantes refuerzos a la ciudad y está listo para la batalla "decisiva" que podría ser larga, afirmó una fuente de la seguridad siria. "Todos los refuerzos llegaron y rodean la ciudad. El Ejército está listo para lanzar el asalto decisivo pero aún espera órdenes", afirmó esta fuente. "Sin embargo, la guerra podría durar porque habrá batallas en la calle para desalojar a los terroristas" de esta ciudad del norte, añadió.
Un importante responsable de la seguridad de la región de Alepo afirmó el sábado que la batalla de Alepo no ha empezado todavía y que los bombardeos no son más que sus preparativos.
"La batalla de Alepo no ha empezado, lo que está ocurriendo ahora no es más que la entrada", afirmó. "El plato principal vendrá más tarde", añadió. También precisó que había al menos 20.000 militares en el terreno. "En el otro bando también están enviando refuerzos", dijo, refiriéndose a los rebeldes del ELS.
Los rebeldes dicen controlar la mitad de la ciudad y afirman que pese a los bombardeos los soldados no han conseguido avanzar en los barrios.
Según periodistas de la AFP en el lugar, la situación parece paralizada. Los combatientes del Ejército Sirio Libre (ESL, formado por desertores y civiles que tomaron las armas) y soldados se enfrentan violentamente en Salahedin pero cada uno sigue esperando la gran ofensiva repetidamente prometida por el régimen.
Para aliviar Alepo, los rebeldes atacan casi cada noche el aeropuerto militar de Managh, donde están aposentados varios helicópteros. Los aviones del Ejército del aire provienen por su parte de Idleb, más al oeste, o de otras regiones, y nada parece de momento poder detenerlos.
En un comunicado, el Consejo Nacional Sirio (CNS), la principal coalición de la oposición, acusó al Ejército de bombardear las sedes de instituciones públicas, que forman parte del patrimonio arquitectónico de Alepo.
Alepo es una de las ciudades más antiguas del mundo y la ciudad vieja es considerada por la Unesco "de valor universal inestimable".
El CNS reiteró por otra parte su llamamiento a favor de 800 familias asediadas por el ejército en el centro histórico de Homs (centro), desde hace más de 60 días, y "amenazadas no solo por un bombardeo salvaje, sino también por el hambre, la sed y la falta de medicamentos".
El Ejército afirmó el sábado que controlaba totalmente la capital Damasco, después de haber retomado el barrio de Tadamun.
Desde que en marzo de 2011 empezó la revuelta popular contra el régimen de Bashar al Asad, que luego se militarizó, han muerto al menos 21.000 personas en Siria, según fuentes creíbles.
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