Destituido el ministro de Educación cubano por haber "perdido energía y conciencia revolucionaria"
Fidel Castro asume la responsabilidad de la destitución y asegura que no se tiene "ninguna confianza" en el ex ministro Luis Ignacio Gómez
La Habana/El ex presidente Fidel Castro, primer secretario del Partido Comunista de Cuba, afirmó el miércoles que el hasta ayer ministro de Educación, Luis Ignacio Gómez, fue destituido porque "había perdido energía y conciencia revolucionaria", y detalló su participación en ese acto de gobierno.
"Apoyo resueltamente la decisión del Partido y el Consejo de Estado de sustituir al Ministro de Educación", dice un artículo de Castro publicado por la prensa de la isla, toda oficial.
Gómez "estaba realmente agotado -explica el líder cubano-. Había perdido energía y conciencia revolucionaria. No debió pronunciar los últimos discursos y hablar de futuros encuentros de educadores del hemisferio y del mundo, exaltando una obra que fue fruto genuino de numerosos cuadros revolucionarios y no personal, como pretendía hacer creer a los invitados".
"En el transcurso de diez años (Gómez) ha viajado al exterior más de 70 veces -continúa-. Durante los tres últimos lo hizo con la frecuencia de un viaje por mes, utilizando siempre el pretexto de la cooperación internacional de Cuba. Por este y otros elementos de juicio, no se tiene ya confianza en él; más claro todavía: ninguna confianza".
Fidel Castro, de 81 años, cedió la Presidencia de Cuba a su hermano Raúl, de 76, el pasado 24 de febrero, pero mantiene el liderazgo de la revolución y sigue siendo primer secretario del Partido Comunista, el único permitido en la isla (Raúl es segundo secretario).
"En este especial e importante caso, aparte de mis apreciaciones personales, fui consultado e informado plenamente", asegura el artículo de la serie "Reflexiones" tras alabar a la nueva ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez.
"Espero que mis compatriotas comprendan que el trabajo forzoso que me impuso la naturaleza en esta etapa de mi vida me obliga, ante amigos y adversarios, a expresar lo que pienso sin subterfugios y con pruebas morales a mi alcance que son irrebatibles. Asumo, por tanto, la responsabilidad plena por esta decisión, sean cuáles fueren las reacciones y consecuencias", agrega Castro.
"Los libelos enemigos me acusarán de aplicar terror psicológico a partir de la autoridad moral -prosigue-. No lo es en absoluto para los que tengan conciencia de que el verdadero terror psicológico y físico -con infinitos sufrimientos humanos y morales para nuestro pueblo- sería el regreso del dominio imperial sobre Cuba".
"En ese triste caso, la causa sería no la falta de alfabetización o de cultura, sino de conciencia", añade el ex presidente.
Fidel Castro asegura en su artículo que también participó en nombramientos de jefes militares para el máximo órgano ejecutivo de Cuba, el Consejo de Estado.
"No vacilé en proponer que prestigiosos jefes militares que llenaron de gloria y autoridad moral a nuestro heroico pueblo (...) fuesen propuestos a la Asamblea Nacional como candidatos a miembros del Consejo de Estado", dice el líder cubano.
Menciona en particular a "Leopoldo Cintras Frías y Álvaro López Miera, maduros, modestos, llenos de experiencia y energía, con menos edad de quien con rango militar es uno de los más fuertes y amenazantes candidatos a la jefatura del imperio" (el republicano John McCain, frecuente blanco de ataques de Castro).
"Expresaré mi modesta opinión mientras pueda y necesite hacerlo. ¡Los vivos y los muertos lucharemos!", concluye el artículo.
La destitución de Gómez fue el primer cambio en el gobierno que Raúl Castro recibió de su hermano mayor hace dos meses.
Durante los 19 meses en los que fue presidente interino, por la enfermedad intestinal que postró a Fidel Castro en julio de 2006, hubo cambios en cuatro ministerios: Informática y Comunicaciones, Transportes, Justicia y Recursos Hidráulicos.
Además, al asumir la Presidencia el 24 de febrero, el general Raúl Castro, hasta entonces ministro de las Fuerzas Armadas, dejó en ese cargo a Julio Casas Regueiro.
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