Deportaciones a Ruanda: ¿Qué está pasando?
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ordena en el último momento la paralización de la expulsión de varias de las siete personas que debían ir a bordo del primer vuelo de estas características.
La medida del Gobierno de Boris Johnson ha provocado la polémica en el Reino Unido y el rechazo desde el príncipe Carlos, heredero de la Corona, hasta la cúpula de la Iglesia Anglicana.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha asestado un duro golpe a los planes de Boris Johnson para externalizar a un tercer país la gestión de solicitantes de refugio. El TEDH, localizado en Estrasburgo, ha tomado la decisión de bloquear la primera deportación de migrantes a Ruanda del Gobierno de Johnson, y el avión, fletado por una compañía española, se ha quedado en tierra. Una decisión que varios tribunales ingleses se habían resistido a adoptar anteriormente.
Según ha explicado la ONG Care for Calais, los recursos legales de los solicitantes de asilo que debían de ser expulsados ayer por el Reino Unido en un vuelo a Ruanda han impedido la salida del avión, que esperaba desde hace horas la luz verde para despegar del aeródromo militar Boscombe Down, en Amesbury (oeste de Inglaterra).
La organización, al igual que los medios británicos, informó poco después de las 22.00 del martes hora local de que ya no quedaba una sola persona más dentro del avión gracias a la acción de la Justicia y que por tanto el vuelo no saldría del aeródromo militar.
En su decisión de paralizar en primer lugar la expulsión del solicitante de asilo identificado como K.N, de nacionalidad iraquí y nacido en 1968, el TEDH resuelve que el hombre "no debe ser expulsado hasta que expire un periodo de tres semanas tras la decisión final en la revisión judicial que está teniendo lugar".
La corte de Estrasburgo tomó en consideración la preocupación sobre estas expulsiones expresada por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y también la ausencia de un mecanismo legal que obligue al Reino Unido a aceptar a K.N. en su territorio si su solicitud de asilo tiene éxito.
El TEDH reconoció que este tipo de decisiones cautelares solo se conceden "de forma excepcional, cuando los solicitantes de otro modo sufrirían el riesgo de daño irreversible". Se espera que los tribunales ingleses decidan en julio si la deportación de los solicitantes de asilo a Ruanda, gracias a un programa acordado con el gobierno de ese país, se ajusta a la ley y puede continuar.
La deportación que pretendía el Gobierno de Boris Johnson ha provocado la polémica en el Reino Unido y el rechazo desde el príncipe Carlos, heredero de la Corona, hasta la cúpula de la Iglesia Anglicana. Los principales representantes de la Iglesia de Inglaterra, 23 obispos que ocupan un escaño en la Cámara de los Lores, enviaron una carta al diario The Times en la que denuncian con dureza esta práctica migratoria: “Debería avergonzarnos como nación”.
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, lamentó este martes el plan del Reino Unido para enviar a Ruanda a demandantes de asilo que llegan a su territorio de forma irregular y confió en que ningún otro país siga su ejemplo.
El Gobierno británico se muestra "sorprendido" pero persistirá en sus planes
Sin embargo, estas reacciones y la medida judicial no parecen amedrentar al primer ministro británico. Boris Johnson, ya ha manifestado con anterioridad que su Gobierno no se dejará "intimidar ni avergonzar" y seguirá adelante con su plan de enviar a Ruanda a los migrantes que lleguen al Reino Unido por rutas ilegales, como en pequeños botes a través del Canal de la Mancha.
La ministra británica del Interior, Priti Patel, se mostró este martes "sorprendida" por la intervención del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) para paralizar la deportación a Ruanda de los solicitantes de asilo, y aseguró que no se dejará "disuadir" en su empeño.
En un comunicado después de que la Justicia impidiese el despegue del vuelo, Patel calificó de "sorprendente" la intervención del TEDH "pese a los repetidos éxitos en nuestros tribunales nacionales".
"No nos disuadirán de hacer lo correcto y llevar a cabo nuestros planes para controlar las fronteras de nuestro país", agregó la ministra, que recordó el acuerdo con el Gobierno de Ruanda para que ese país africano acoja a los solicitantes de asilo que entraron en Reino Unido irregularmente.
Aseguró también que el equipo legal de su departamento está evaluando la situación y que "muchos de los que han sido sacados de este vuelo irán en el siguiente", cuya preparación "empieza ahora".
Tras defender que el acuerdo con Ruanda "romperá el modelo de negocio de los traficantes de personas", la ministra, representante del ala dura del Gobierno conservador, dijo que "el coste para los contribuyentes y los flagrantes abusos (del sistema de asilo) están aumentando, y los ciudadanos británicos ya están hartos".
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