Conmoción y alarma mundiales

El atentado en París desata la indignación por todo el planeta y los países musulmanes se suman también a la condena sin paliativos La seguridad se reforzará en toda Europa

Agencias Madrid

08 de enero 2015 - 05:03

El atentado contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo generó una conmoción general y enérgica condena, sobre todo en Occidente, y llevó a los países europeos a reforzar su seguridad.

El ataque de París fue condenado por gobiernos e instituciones como un atentado "intolerable" contra la libertad de expresión. Encabezados por Francia, el objetivo del atentado terrorista, varios países europeos decidieron reforzar su seguridad en prevención de un posible atentado yihadista, mientras otros reunían de emergencia a sus cúpulas de seguridad.

El Ejecutivo francés elevó el nivel del Plan Vigipirate a su máximo, el de "alerta de atentados", en la región de París, donde se busca aún a los tres terroristas, que al parecer huyeron del lugar al grito de "Alá es grande".

Alemania decidió reforzar "parcialmente" las medidas de seguridad en el país tras el mortal ataque de París, si bien aseguró que no hay "ningún indicio concreto" que apunte a un riesgo de atentado.

Desde el lugar de la masacre y aún conmocionado, el presidente francés, François Hollande, dijo que "no hay duda" de que se trata de "un atentado terrorista" y pidió al país que esté "unido" pues "nadie puede actuar en Francia contra los valores de la República".

Más tarde, anunció que hoy será "jornada de luto nacional" en el país, en homenaje a las doce víctimas mortales del atentado. En una alocución solemne en televisión, Hollande rindió homenaje a los fallecidos, "nuestros héroes", y aseguró que "han muerto por la idea que tenían de Francia, por la libertad". Los dibujantes y los trabajadores de Charlie Hebdo defendían un "mensaje de libertad que seguiremos defendiendo en su nombre", subrayó.

"La República es la libertad de expresión, la cultura, el pluralismo (...) Ese era el objetivo de los terroristas", indicó Hollande.

El presidente del Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM) y rector de la Gran Mezquita de París, Dalil Boubakeur, condenó "en nombre de los musulmanes" de Francia el "horror del crimen" perpetrado. "Un crimen es un crimen y es inútil ver en ello una connotación religiosa, y quiero denunciar cualquier intento de vincularlo a mi religión, mis correligionarios y el islam de Francia", declaró Boubakeur.

El ataque fue condenado también por los Gobiernos de países musulmanes como Egipto, Jordania y Marruecos, al tiempo que la Liga Árabe lo calificaba de atentado "terrorista".

En Turquía, el ministro de Asuntos Exteriores, Mevlüt Cavusoglu, aseguró que "estamos en contra del terror, venga de donde venga y tenga la causa que tenga", al tiempo que advertía contra la islamofobia en Europa.

Los términos de la condena fueron especialmente contundentes entre los gobiernos e instituciones del mundo occidental, como la ONU, la Casa Blanca, la OSCE, naciones latinoamericanas y, sobre todo, los países europeos vecinos de Francia.

En Washington, el presidente estadounidense, Barack Obama, condenó el "espantoso" ataque contra Charlie Hebdo y ofreció ayuda a Francia para llevar a los "terroristas" responsables ante la Justicia.

En Londres, el primer ministro británico, David Cameron, y la canciller alemana, Angela Merkel, condenaron conjuntamente el "bárbaro" atentado.

También desde Londres se sumaron a la conmoción general el escritor británico de origen indio Salman Rushdie, autor del libro Los Versos Satánicos, para quien de respetar la religión se ha pasado a temerla, y la reina Isabel II.

La mandataria brasileña, Dilma Rousseff, dijo que el ataque supone un inaceptable ataque a las sociedades democráticas.

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