Chávez deja sin cabeza visible el eje bolivariano

Su voz no se volvió a escuchar desde el 10 de diciembre, cuando el reciente fallecido Hugo Chávez llegaba a la isla de Cuba para someterse a la que sería su última batalla tras ganar sus últimas elecciones, la lucha contra el cáncer que arrastraba desde hace años.

Con su muerte nace su leyenda. Sus famosos discursos pasarán a la historia de la política internacional, que no olvidará al que fuera el regenerador de la Revolución Bolivariana, pero el fallecimiento del mandatario latinoamericano que gobernó durante 14 años Venezuela deja un país dividido y con una fuerte incógnita en la región.

Chávez es padre del sueño de Bolívar y el principal eslabón de un eje bolivariano que queda ahora sin una figura visible pero que tiene grandes sucesores dentro de un continente emergente que mira al futuro unido.

Para el socialista, dejar atado el sistema que él mismo creó fue algo crucial. Por ello, sabiendo que se enfrentaba al peor de sus males decidió nombrar a su delfín dentro de una cúpula que nunca destacó por su afanosa ansia de popularidad.

"Si algo ocurriera que me inhabilitara de alguna manera, Nicolás Maduro no sólo debe concluir el periodo, como manda la Constitución, sino que mi opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable, absoluta, total, es que en ese escenario, que obligaría a convocar a elecciones, ustedes elijan a Maduro como presidente". Éstas fueron las últimas palabras de Chávez en televisión antes de partir a la Habana.

Maduro se convirtió más tarde en el encargado de informar del fallecimiento del caudillo y en la cara visible durante estos tres meses de incertidumbre.

Sin embargo, ahora se enfrenta a unas nuevas elecciones y no solo tendrá que hacer triunfar el chavismo sin Chávez, sino que en el caso de ganar las próximas elecciones, previstas para menos de un mes según la constitución venezolana, tendrá que hacerse fuerte en el Eje Bolivariano que ya pretenden encabezar líderes latinoamericanos con mucha más popularidad como son la argentina Cristina Fernández o el recién reelegido presidente ecuatoriano Rafael Correa, quien dijo ante la noticia que "se ha ido un revolucionario, pero quedamos millones".