¿Capturar a Gadafi sin desplegar tropas de tierra?

Fernando Heller (Dpa) / Bruselas

23 de marzo 2011 - 05:03

La guerra de Libia, lanzada el sábado por una minicoalición internacional, se parece cada día más a una operación para derrocar al líder libio, Muamar el Gadafi, que a una intervención de tipo "humanitario", en el marco de la ONU, para proteger a la población civil de los ataques de sus fuerzas leales.

A falta de una definición clara sobre si se trata de una operación exclusiva bajo la resolución 1.973 de la ONU o de una acción con segundas intenciones, algunos aliados admiten que sólo un despliegue terrestre podría lograr la hipotética captura del líder libio y su posterior extradición a la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya, que le investiga por crímenes de lesa humanidad desde que estallaron en febrero las revueltas.

No obstante, un despliegue de tropas de infantería es lo último que desearían ver los aliados, sobre todo EEUU, cuyo presidente, Barack Obama, señala que Washington participa "de manera limitada" en el esfuerzo militar en Libia, para remachar que sus efectivos en la operación Odisea del Amanecer sólo estarán poco tiempo activos.

Mientras el pasado día 3 la CPI anunciaba que investigará a Gadafi y a "algunos de sus hijos" por presuntos crímenes de lesa humanidad, entre ellos la muerte de "miles" de civiles, los aliados occidentales se enfrentan a un incómodo dilema. ¿Cómo intentar sentar a Gadafi en el banquillo de La Haya sin la intervención de tropas aliadas de tierra, sean de la coalición internacional o de la OTAN? Es la gran pregunta que, ya mismo, se plantean los socios de la "coalición de los voluntarios" y los expertos.

"No descartamos el envío de soldados de infantería o tropas de tierra en Libia", afirmó el lunes el ministro belga de Defensa, Pieter de Crem, cuyo país contribuye a la "guerra de Libia" (según su propia definición) con seis aviones caza F-16 y un dragaminas. "Las operaciones durarán mucho tiempo, pero no se tratará de una ocupación, sino de garantizar que la operación internacional no se ha realizado en vano", subrayó De Crem.

Los expertos, por su parte, dejan la duda en el aire acerca de si la resolución 1.973 permite de hecho, aunque no lo mencione expresamente, el futuro despliegue de tropas de tierra, una vez que finalice la "limpieza" llevada a cabo previamente, mediante bombardeos selectivos, del material de combate de las fuerzas de Gadafi.

Eric David, experto en política internacional de la Universidad Libre de Bruselas (ULB), recuerda que el apartado 4 de la resolución 1.973 "autoriza a tomar todas las medidas necesarias para proteger a la población y las zonas civiles amenazadas por ataques en Libia" y prohíbe "el despliegue de una fuerza de ocupación extranjera sea de la forma que sea e independientemente de en qué parte del territorio libio se trate".

Pero según el jurista belga, citado por el periódico Le Soir, existe una "peligrosa ambigüedad" en el texto. "Esa parte de la resolución, según fuentes diplomáticas, fue redactado de manera premeditada con varias ambigüedades", afirma. "La versión original de la resolución 1.973 en inglés (desde la cual se traduce al resto de idiomas) afirma que no podrán desplegarse occupation forces (fuerzas de ocupación), pero no dice nada de la posibilidad de desplegar ground forces (fuerzas de tierra). Es posible que se haya hecho así con la intención de intentar atrapar a Gadafi y garantizar el período posdictadura, una transición coordinada por Occidente", explica David.

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