Bielorrusia amenaza con dejar pasar la inmigración ilegal hacia la UE
Lukashenko responde a las sanciones impuestas por Bruselas con amenazas de más apertura a los flujos migratorios y el contrabando
Lituania solicita la ayuda de Frontex
Minsk/El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, responde a las nuevas sanciones de la Unión Europa abriendo la puerta a la inmigración ilegal y el contrabando, y señaló a Lituania como el principal objetivo de su ofensiva.
"Ya dije que no vamos a contener a aquellos que habéis oprimido en Afganistán, Iraq e Irán. No tenemos dinero ni fuerzas para ellos como resultado de vuestras sanciones", subrayó el viernes el líder bielorruso, dirigiéndose a los países de la UE en un discurso con motivo del Día de la Independencia.
El 1 de julio la guardia fronteriza lituana detuvo a 150 inmigrantes ilegales de terceros países provenientes de Bielorrusia, el doble de los detenidos en todo 2020. Según Lituania, que ha solicitado ayuda a Frontex, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, esta avalancha de inmigrantes está siendo fomentada directamente por las autoridades bielorrusas.
El ministro de Asuntos Exteriores de Lituania, Gabrielius Landsbergis, denunció que una agencia turística, Tsentkurort, dependiente de la Presidencia bielorrusa, está implicada en el traslado de migrantes de Asia y África y que la guardia fronteriza bielorrusa facilita el cruce ilegal de la frontera lituana. "Tenemos pruebas de los que los guardias fronterizos bielorrusos están implicados", aseguró la titular de Interior lituana, Agne Bilotaite, citada por la agencia Delfi.
Según Bilotaite, se trata de un "delito muy lucrativo en el que participa el régimen (de Lukashenko) y sus funcionarios", ya que por el traslado de un inmigrante se cobran sumas del orden de los 15.000 dólares. La guardia fronteriza bielorrusa asegura a su vez que el número de detenidos de terceros países en las frontera con Lituania es el mismo que se viene registrando en los últimos cinco o siete años.
Estas declaraciones se contradicen con las informaciones del Ministerio del Interior de Lituania, que señalan que, en lo que va de año, 822 inmigrantes ilegales, diez veces más que en todo 2020, intentaron entrar en el país provenientes de Bielorrusia.
Lukashenko, que gobierna con mano de hierro la antigua república soviética desde hace casi 27 años, ha amenazado de manera reiterada con abrir la compuerta a la migración ilegal hacia la UE como respuesta a presión política y económica de los Veintisiete.
"Nosotros éramos un freno para la droga y los inmigrantes, ahora se tendrán que ocupar ellos", anunció el líder bielorruso tras conocerse las nuevas sanciones de la UE contra Minsk, adoptadas a finales de junio.
La última ronda sanciones de la UE fue impuesta ante la escalada en Bielorrusia de las violaciones de los derechos humanos y de la represión violenta de la sociedad civil, la oposición democrática y la prensa.
Las restricciones responden también al aterrizaje forzado en Minsk el mes pasado de un avión de Ryanair para detener al periodista opositor Román Protasevich.
Con el apoyo político y económico de Rusia, el presidente bielorruso no ha dudado en echarle un pulso a Bruselas y suspendió a comienzos de esta semana la participación de su país en el programa de Asociación Oriental con la Unión Europea. Además, el Gobierno de Minsk vetó la entrada en Bielorrusia de funcionarios europeos que contribuyeron a la imposición de medidas restrictivas contra el país.
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