Assange alerta de una "investigación ilegal" contra Wikileaks

El australiano señala que a varias personas que presuntamente colaboran con su organización le confiscaron sus ordenadores tras ser retenidos en aduanas de EEUU.

La vida de Julian Assange será llevada al cine
La vida de Julian Assange será llevada al cine
Efe

17 de diciembre 2010 - 18:02

El fundador de Wikileaks, Julian Assange, ha denunciado una "investigación ilegal" para acabar con su trabajo y el de su página web, y subrayó que sigue sin haber "ni una sola prueba" de los delitos de agresión sexual de los que se le acusa.

En una rueda de prensa frente a la mansión de Suffolk, sureste de Inglaterra, donde cumple la libertad condicional que le impuso un tribunal londinense, Assange aseguró que hay varias instituciones "ocupadas en lo que parece ser, desde luego una investigación secreta, y aparentemente también una investigación ilegal".

"Es algo que podemos ver en la manera en la que determinadas personas que supuestamente colaboran con nosotros fueron retenidas en la aduana de EEUU y vieron sus ordenadores confiscados", dijo Assange, puesto en libertad bajo fianza.

"Diría que existe una investigación agresiva, que alguna gente ha perdido mucha credibilidad y que algunas personas quieren hacer carrera con casos famosos, pero esto es algo que tiene que ser observado", dijo el periodista australiano de 39 años.

El fundador de Wikileaks salió en libertad después de que el Tribunal Superior de Londres desestimase un recurso presentado por la Fiscalía sueca, que solicita su extradición por supuestos delitos de agresión sexual.

Assange subrayó que ha pasado 10 días prácticamente incomunicado en una cárcel de Londres y que en ese periodo el fiscal sueco encargado del caso no ha sido capaz de presentar "ni una sola prueba" que permita procesarle por delitos sexuales.

La mayor parte de los ataques contra su portal, que ha filtrado miles de documentos confidenciales de EEUU, no han sido de gobiernos sino de bancos en Dubai, Suiza, el Reino Unido y EEUU, dijo Assange, quien explicó que eso ha frenado las investigaciones de Wikileaks.

"Más del 85 por ciento de nuestros recursos económicos se invierten para hacer frente a ataques, técnicos y políticos, y para hacer frente a ataques legales, sin poder hacer nuestro periodismo", indicó Assange, que pidió ayuda legal y económica.

El periodista aseguró que Wikileaks cuenta con la ayuda de "un gran bufete de abogados de Washington" y de "colegas en California", pero insistió: "necesitamos más, y no sólo una reacción".

Assange espera que en las próximas horas se filtre nueva información en relación con los cargos que se le imputan y reiteró que este proceso es una manera de Estados Unidos de ganar tiempo mientras prepara un proceso de espionaje en su contra. "Hay indicios de que la fiscalía sueca ha filtrado de manera selectiva e ilegal partes de su archivo", apuntó el periodista.

Preguntado sobre si confía en un juicio justo en el caso de ser extraditado a EEUU, contestó: "absolutamente no".

Sobre el caso de Bradley Manning, ex analista de inteligencia de EEUU sospechoso de filtrar cables diplomáticos y que permanece detenido en una base militar, Assange admitió que está en una situación difícil pero recalcó que la política de Wikileaks es no saber de dónde proceden los documentos que recibe.

En las próximas semanas, a la espera de una nueva vista judicial para su eventual extradición a Suecia, Assange permanecerá en la casa de campo del periodista Vaughan Smith -fundador del club periodístico Front Line- con la obligación de presentarse diariamente en la comisaría más cercana.

Mientras tanto, su intención es dedicarse a pasear y pescar. "Es una gran diferencia en comparación con estar detenido en solitario en un sótano", manifestó.

Smith dijo que Assange es un buen amigo que ya había visitado anteriormente su casa de campo y explicó que fue "una cuestión de principio" convertirle en su huésped.

"Sentí que era importante tomar partido", explicó Smith, que informó de que no ha incrementado las medidas de seguridad en torno a su propiedad pese a las amenazas que ha recibido Assange.

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