Ana Pisonero: “Una UE más amplia y más fuerte nos da una voz más fuerte en el mundo”
portavoz de Vecindad y Ampliación de la Comisión Europea
La Unión Europea espera vivir una gran ampliación hacia el es este de cara a 2030 l Entre los candidatos están Ucrania y Moldavia, dos países de la esfera rusa que pueden suponer un reto
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La Unión Europea prepara una gran ampliación de sus miembros para 2030, un nuevo reto geopolítico para los Veintisiete, que dicen esta convencidos de ello. Ana Pisonero es la portavoz de Vecindad y Ampliación de la Comisión Europea y explica cómo será este nuevo proceso, después de 10 años sin ningún cambio en la formación de la institución puesto que la última vez que la UE aceptó a un nuevo miembro fue a Croacia en 2013 .
–Hace 10 años que no hay una ampliación de la UE, qué supondría a nivel institucional.
–Completar nuestra Unión es la llamada de la historia y el horizonte natural de la Unión Europea. La política de ampliación de la UE es más que nunca una inversión geoestratégica en paz, estabilidad y seguridad en todo nuestro continente. Pero no se trata solo de geopolítica, sino también de nuestra prosperidad. Como se indica en los informes de 2023 sobre ampliación, la política de ampliación de la UE ha cobrado un nuevo impulso. Existe un nivel de visión y ambición en los aspirantes a miembros de la UE, que están dispuestos a trabajar aún más para unirse a nuestra Unión. Y también en nuestra Unión existe un nuevo sentimiento de urgencia para unir a nuestra familia europea.
–¿Por qué en 2030?
–La adhesión es un proceso basado en el mérito, plenamente dependiente del progreso objetivo alcanzado por cada país. No hay plazos predeterminados. El proceso no está impulsado por un calendario, sino por la realización de reformas y la maduración de una sociedad y una economía hacia la UE. Los criterios para adherirse son los mismos para todos, están definidos en los Tratados de la UE. Todos los países de la ampliación tienen ahora una oportunidad histórica para vincular su futuro a la UE. El Estado de Derecho, el funcionamiento de las instituciones democráticas y la reforma de la administración pública y la economía siguen siendo las piedras angulares de la política de ampliación.
–¿Cómo funcionan las candidaturas?
–Las condiciones son las mismas para todos, se trata de los criterios de Copenhague: instituciones estables capaces de garantizar el Estado de Derecho, la independencia del poder judicial, las libertades fundamentales y la protección de las minorías, una economía de mercado capaz de resistir la competencia en el mercado único y la capacidad de aplicar el acervo de la UE y de asumir las obligaciones derivadas de la pertenencia a la Unión. La ampliación es un proceso paso a paso, que depende plenamente del progreso objetivo alcanzado por cada país. Las decisiones sobre la ampliación están en manos de los Estados miembros.
–A más miembros, la toma de decisiones se vuelve más complicada puesto que hay veces en las que hace falta unanimidad, ¿se baraja un cambio en los sistemas de votaciones? Ahora tenemos los casos de Polonia y Hungría, que dificultan muchas votaciones.
–Como afirmó en su discurso sobre el estado de la Unión la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen: no podemos ni debemos esperar a la modificación de los Tratados para avanzar en la ampliación. Una Unión “apta” para la ampliación puede lograrse más rápidamente. Por lo tanto, debemos examinar detenidamente cada política y ver cómo podrían adecuarse o verse afectadas en el contexto de una Unión más amplia. La Comisión tiene previsto presentar en 2024 una comunicación sobre las política para ver cómo les afectaría una Unión extendida y cómo funcionarían las instituciones.
–Entre los Estados que están a la espera está Ucrania, ¿qué supondría la entrada de un país tan cercano a Rusia geográficamente?
–La política de ampliación es más que nunca una inversión geoestratégica en la paz, la estabilidad y la seguridad a largo plazo de nuestro continente. La estabilidad de todos los países europeos afecta a la propia estabilidad de la UE. La seguridad de los aspirantes a miembros es también nuestra seguridad. En momentos en los que el orden internacional basado en normas se cuestiona cada vez más, una UE más amplia y más fuerte nos da una voz más fuerte en el mundo. Porque, si nuestra Unión no es lo suficientemente rápida para acercar a los países candidatos, otros ocuparán el vacío. Las anteriores rondas de ampliación han sido un éxito económico sin precedentes, demostrando que, en una Unión más amplia, no solo compartimos nuestra prosperidad, sino que también la aumentamos, todos ganamos.
–Algo parecido ocurre con Moldavia, con una región como Transnistria, marcada por la influencia de Moscú.
–Ucrania y Moldavia pueden elegir libremente la senda europea. A la luz de los resultados obtenidos por ambos y de los esfuerzos de reforma en curso, la Comisión ha recomendado que el Consejo inicie las negociaciones de adhesión con ambos países. La agresión de Rusia contra Ucrania constituye una violación del Derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas. El futuro europeo de Moldavia no puede ser tomado como rehén del conflicto. Esto se ha reiterado al más alto nivel político de la UE. Al mismo tiempo, también hemos destacado la importancia de que el Gobierno Moldavo emprenda todos los esfuerzos para garantizar que toda la población moldava pueda beneficiarse del proceso de integración en la UE. Apoyamos la integridad territorial y la soberanía de Moldavia, y seguimos animando firmemente a ambas partes a que mantengan un diálogo constructivo para evitar una posible desestabilización.
–También lo ha pedido Kosovo, pero España ni siquiera lo reconoce como país.
–Kosovo ha mantenido su compromiso con su senda europea. Ha seguido adhiriéndose plena y voluntariamente a la PESC, en particular en lo que respecta a la condena de la agresión de Rusia, y adoptó medidas restrictivas contra ella. Sobre la normalización de las relaciones con Serbia: si bien se alcanzó un acuerdo en el diálogo facilitado por el alto representante para la política Exterior, Josep Borrell, Kosovo y Serbia aún no han comenzado a cumplir sus respectivas obligaciones, que son vinculantes para las partes y clave de sus sendas europeas. La normalización de las relaciones es una condición esencial tanto de Serbia como de Kosovo, y ambos corren el riesgo de perder importantes oportunidades si no hay avances.
–Turquía lleva desde 1987 esperando entrar, ¿hay posibilidades reales de que se convierta en un Estado miembro? ¿Qué supondría para Ankara la entrada de otros países mientras ellos siguen esperando?
–Turquía es un país candidato y un socio clave para la UE. La UE tiene un interés estratégico en un entorno estable y seguro en el Mediterráneo Oriental y en el desarrollo de una relación cooperativa y beneficiosa con Turquía. En lo que respecta a las negociaciones, se mantienen en suspenso desde 2018, ya que Turquía siguió alejándose de la UE. El diálogo sobre el Estado de Derecho y los derechos fundamentales sigue siendo parte integrante de la relación entre la UE y Turquía. No obstante, la cooperación con Turquía en ámbitos de interés común ha continuado en áreas esenciales como la lucha contra el terrorismo o la economía. Hay margen para fortalecer las relaciones. Por eso, la Comisión y Borrell han hecho recomendaciones para reanudar las reuniones de alto nivel, así como las discusiones para la modernización de la Unión Aduanera o estrechar las inversiones y la cooperación en materia de inmigración.
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