El chaleco que reflotó a los 'Three lions'
inglaterra
Gareth Southgate ha sido capaz de devolver la ilusión al combinado desde un cargo que tomó de forma interina
Simplemente Gareth. Así se refiere la prensa y los aficionados ingleses a Gareth Southgate, el entrenador que pasó de ser una solución interina mirada con escepticismo al padre de una revolución.
"También conocido como el Señor de la Orden del Chaleco", añade con humor The Guardian sobre el principal responsable de que Inglaterra esté viviendo en una nube de ilusión en el Mundial de fútbol de Rusia.
El chaleco para traje que utiliza Southgate en cada partido se ha convertido en furor en Inglaterra, donde según el fabricante Marks and Spencer ya se triplicó su venta. Pero los méritos del ex futbolista nacido en Watford hace 47 años van mucho más allá de la moda.
Estudioso, sereno y siempre respetuoso, Southgate consiguió sin estridencias lo que ninguno de sus predecesores pudo en casi tres décadas: llevar a Inglaterra a la semifinal de un Mundial.
"Ser el técnico de Inglaterra es ya de por sí un privilegio increíble. Haber podido traer al equipo hasta aquí, sabiendo la gente que lo intentó antes, gente a la que respeto mucho, me hace sentir un privilegiado", sostuvo tras la victoria 2-0 sobre Suecia en cuartos de final.
Es la tercera vez que Inglaterra está entre los cuatro mejores de una Copa del Mundo. La última vez sucedió en Italia, en 1990, cuando los Three Lions cayeron ante Alemania.
Un resultado por el que pocos hubieran apostado cuando Southgate se hizo cargo del seleccionado el 27 de septiembre de 2016 tras la escandalosa salida de Sam Allardyce. Apenas un partido y 67 días estuvo en el cargo Allardyce, que dejó el combinado después de que una cámara oculta lo expusiera dando consejos para saltarse las normas de traspasos.
Southgate, que estaba al frente del equiopo sub 21, asumió las riendas de la mayor en principio por cuatro partidos. Dos victorias sobre Malta y Escocia y sendos empates ante Eslovenia y España le permitieron ganarse la confianza de los directivos.
En noviembre de 2016 firmó un contrato de cuatro años en medio de un gran escepticismo. ¿Era el apropiado para asumir el banquillo inglés con apenas una experiencia anterior como técnico de club en el Middlesbrough?
A Southgate no le tembló en pulso. Relegó al histórico capitán Wayne Rooney y al portero Joe Hart e impulsó una profunda renovación. Hoy, el artillero se llama Harry Kane y el meta Jordan Pickford, las dos máximas figuras de Inglaterra en Rusia. Y de los once titulares que vencieron a Suecia en Samara, sólo uno nació antes de 1990: Ashley Young.
Los resultados no son producto de la casualidad, sino de un trabajo a consciencia. El entrenador pidió consejo a numerosos técnicos de primer nivel, entre ellos Josep Guardiola, y también buscó respuestas fuera del fútbol, asistiendo por ejemplo a cumbres de líderes deportivos. Además, viajó a Estados Unidos para ver partidos de fútbol americano y baloncesto y observar métodos de trabajo y movimientos tácticos que pudieran aplicarse a su deporte.
Según The Guardian, el entrenador creó algo impensado en Inglaterra: "Una cultura de equipo". Y brindando un ejemplo en todo sentido.
Al camino de Southgate, sin embargo, aún le quedan pasos importantes. Comenzando por la semifinal ante Croacia en Moscú. Aún se recuerda el penal que el propio Southgate falló en la semifinal de la Eurocopa de 1996 ante Alemania y que marcó la dolorosa eliminación del conjunto local. Una deuda más que el Señor de la Orden del Chaleco buscará saldar.
También te puede interesar
Lo último