Vuelve el Mitsubishi Outlander PHEV, ahora con una autonomía eléctrica ampliada
Primer contacto
El Mitsubishi Outlander, un referente en el segmento de los vehículos SUV híbridos enchufables, regresa al mercado europeo con más fuerza que nunca. Lo hace con una cuarta generación que, además de crecer algo, hasta los 4,72 m, emplea una batería de 23 kWh que le permite alcanzar una autonomía eléctrica de 86 km.
Mitsubishi tendrá su nuevo Outlander a la venta en España en 2024
A partir del próximo mes de febrero -la producción arranca en Japón a principios de diciembre- estará a la venta en toda Europa el nuevo Outlander híbrido enchufable, un SUV que ahora es algo más grande, pues su carrocería crece de los 4,70 de su inmediato predecesor a los 4,72 m de largo, de modo que se inscribe de pleno derecho en el segmento SUV D.
Allí se medirá, particularmente, con el Toyota Rav4 Plug-in Hybrid, que es el coche tomado como referencia por Mitsubishi, aunque también con otros modelos con sistemas de propulsión también híbridos enchufables y con tracción total como los BYD Seal U DM-i, Lexus NX 450h+, Volvo XC60 PHEV T6 eAWD, Renault Rafale E-Tech 4x4, Mazda CX-60 e-Skyactiv PHEV o, incluso, el más vendido de este tipo de vehículos, el Mercedes GLC 300 e 4Matic.
La nueva generacion del Outlander se basa en un concepto de producto denominado I-Fu-Do-Do, que significa “auténtico y majestuoso”, con un diseño en el que tiene mucho peso el frontal, con el característico Dynamic Shield de los Outlander e, incluso, ciertas reminiscencias al Montero con las líneas hexagonales de la trasera que se asemejan al elemento que sujeta en este TT la rueda de repuesto del portón.
302 CV y tres motores: uno de gasolina y dos eléctricos
La plataforma empleada es la misma que la del Nissan X-Trail, la CMF-C de la Alianza, aunque el sistema de propulsión es absolutamente distinto, pues el e-Power del Nissan es un eléctrico de autonomía ampliada gracias a un motor térmico que funciona casi constantemente.
Sin embargo, el corazón del Outlander PHEV es un tren de propulsión híbrido enchufable que combina un motor de gasolina de cuatro cilindros de 2,4 litros con dos motores eléctricos: el del eje delantero de 116 CV (85 kW) y el del trasero de 136 CV (100 kW). La potencia total del sistema es de 302 CV (205 kW) y el par máximo de 400 Nm. Con esa entrega la aceleración de 0 a 100 km/h anunciada es de 7,8 s, mientras que el consumo homologado es de 0,8 l/100 km, lo que equivale a emisiones de CO2 de 18 g/km.
Los motores eléctricos se alimentan con una batería de iones de litio un 40 por ciento más capaz que la de la generación anterior: tiene 22,7 kWh, de modo que permite a este Mitsubishi recorrer hasta 86 kilómetros en modo eléctrico, según el ciclo WLTP. Obviamente, puede recargarse en marcha por la acción del motor térmico, pero también conectándose a puntos de carga, tanto de corriente alterna como continua. En el primer caso el coche dispone de un conector de tipo Mennekes y, en el segundo, un muy habitual en Japón CHAdeMO que, sin embargo, es menos usual que el CCS estándar en Europa.
El sistema híbrido puede trabajar de tres modos: en eléctrico, lo normal a velocidades bajas y media, incluso puntual de hasta 130 km/h; híbrido en serie, en cuyo caso el motor eléctrico genera electricidad que se usa para, por ejemplo, superar una pendiente; o híbrido en paralelo, en cuyo caso se emplea la fuerza de la electricidad y la combustión para mantener velocidades de crucero alta.
El conductor puede controlar con cuatro opciones el del uso de la energía, ya sea con un empleo automático de los motores en el modo normal; otro eléctrico, si la batería está cargada; uno más de ahorro de batería en el que se prioriza la conservación de su capacidad y, por último, uno en el que se recarga la batería.
Con esa configuración del sistema de propulsión híbrido el Outlander tiene un sistema de tracción total que Mitsubishi denomina Super All Wheel Control (S-AWC) y que permite adecuar el par entregado para estabilizar su comportamiento en distintas situaciones. Mitsubishi también permite al conductor elegir entre siete modos de conducción para adaptar la tracción a distintas situaciones del firme: Eco, Normal, Power, Tramac, Gravel, Snow y Mud. Es mando giratorio situado en la consola central también admite la selección del sistema que controla la velocidad de los descensos.
Amplio, bien acabado y lujoso al estilo japonés
Con un habitáculo que, en la primera toma de contacto estática con el Outlander, se percibe amplio, también tiene un maletero que puede ser capaz por, sobre todo, su profundidad y anchura -la marca dice que tiene 450 litros-, ya que el ocultaequipajes enrollable sí limita sensiblemente la altura de este espacio. Para ampliarlo, los respaldos traseros son abatibles en configuración 40:20:40.
Mitsubishi no lo ha dotado de funcionalidades como la banqueta trasera regulable longitudinalmente, pero sí de asientos muy amplios, con una pareja de delanteros particularmente anchos y dotados calefacción, ventilación o función de masaje. Los traseros laterales pueden ser calefactables. Los asientos de la unidad que hemos podido ver tenían una tapicería de cuero, material que también se emplea para cubrir parte del salpicadero o de los paneles de las puertas.
Abundan detalles de calidad y tecnologías avanzadas, entre las que cabe señalar, por ejemplo, un equipo de sonido diseñado por Yamaha. Este Dynamic Sound Yamaha Ultimate cuenta con hasta doce altavoces y un subwoofer. También tiene una instrumentación digital con pantalla de 13,2" configurable y dos modos de visualización. La información se completa con un head-up display.
Hay otra pantalla central, la Smartphone Link Display de 12,3", con navegación conectada a servicios TomTom y a la API Google Places. Admite conexión inalámbrica a teléfonos Apple CarPlay y Android auto, smartphones que puede cargarse en una base inalámbrica que proporciona 15 W. Por encima de ella se sitúan los mandos físicos del climatizador bizonal.
La seguridad es otro de los aspectos destacados del Outlander PHEV. Así, está equipado con distintos sistemas de asistencia al conductor entre los que se encuentran la mitigación de colisión frontal, el control de crucero adaptativo, el aviso de vehículos en el ángulo muerto, el de salida de carril, el reconocimiento de señales de tráfico o un sistema de supervisión del conductor que alerta sobre posibles distracciones o fatiga al volante. También cámaras que permiten tener una visión de 360º alrededor del coche.
La garantía ofrecida por Mitsubishi para el Outlander se extiende a cinco años -durante los cuales se dispone de asistencia en carretera, además- o 100.000 kilómetros, si bien para la batería va más allá: al cumplimiento de los ocho años o 160.000 km.
En España se pondrá a la venta con tres acabados diferentes: Motion, Kaiteki y Kaiteki+; y, si bien no hay precios aún confirmados, parece probable que el de arranque del nuevo Outlander PHEV supere por no mucho los 50.000 euros.
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