Estos son los 20 vehículos eléctricos distintos de la gama de Invicta Motor

Invicta Motor ha presentado su catálogo de productos, comerciales, turismos, scooters, motos, patinetes o bicis, todos con la electricidad como fuente de energía y todos volcados al uso ciudadano. La gama compuesta por 20 versiones-modelos distintos está dirigida a un público fundamentalmente joven que, lejos de comprar por el status social que representa su elección, lo hacen por su practicidad, según Julián Alfonso Alonso, presidente de Invicta Electric.

En palabras de Alonso, “comercializamos productos que van acorde con nuestro proyecto de movilidad, que no tienen por qué ser chinos. Nosotros comercializaremos el mejor producto para cada momento, y estamos en conversaciones para ensamblar productos en España”.

El objetivo de Invicta Motor es adelantarse al escenario de movilidad que esperan se produzca entre 2023 y 2030 y que se iniciará con el cierre del centro de las ciudades de más de 50.000 habitantes a los vehículos contaminantes.

En la distribución de este catálogo cobran un papel fundamental los concesionarios a los que, según Filippo Rivanera, director general de la marca, “les damos un proceso simple para evolucionar y convertirse en un centro integrado de movilidad local, que es el futuro de la distribución del automóvil. Porque nuestra visión visión del concesionario del futuro más allá de la venta y reparación de vehículo nuevo y de ocasión. Nosotros les ofrecemos generar recursos y ser rentables a corto plazo, ganarse al cliente y mejorar su experiencia; y adaptarse a las tendencias y ofrecer experiencias personalizadas”. Electric Auto, con su red de 104 puntos de servicio, será la que ofrezca el mantenimiento de los distintos productos de Invicta Motor.

Toda la gama, al completo

Estos arrancan desde los 595 euros que cuesta una bicicleta eléctrica a los 25.495 (turismos y comerciales, siempre con la financiación incluida en todos los precios) de un industrial con capacidad para mover 500 kilos, todos financiables gracias al acuerdo que Invicta ha suscrito con Cetelem y que, incluso, ofrecen fórmulas de alquiler a largo plazo o uso por horas.

El comercial de mayor capacidad de la gama es el Electric Metro, disponible con baterías de 13 y 26 kWh -y así autonomía para 160 o 270 km-, junto al que se alinea los Eidola Van o Pickup, un vehículo de caja cerrada o abierta, con autonomía para 150 km que está a la venta desde 14.495.

En cuanto a los turismos son tres los modelos biplaza que articulan la oferta: el Invicta Electric D2S, también con dos baterías entre las que elegir -17 y 27 kW, con entre 150 y 250 km de alcance-, con precios desde 13.995 euros (por tiempo limitado, 10.995 euros); el Eidola, con 140 km de autonomía y que se puede conducir con carné de ciclomotor el Epica, ya con 120 km y, éste, como el D2S con carné B. Estos dos, por 8.495 y 10.995 euros.

La gama de scooter y motos está compuesta por cuatro modelos: DTR, iTango, iTank y Alex, con tres variantes con autonomías entre los 40 y 200 km y, salvo el Alex, que exige el carné A1, accesibles con el AM. La DTR también ofrece tres niveles distintos de autonomía, con hasta 130 km, en todos los casos con 45 km/h de velocidad punta. De 2.695 y 3.395 euros.

Los modelos de movilidad personal alcanzan hasta 50 km y tienen un coste que arranca en los 3 cm cada 100 km. El más asequible es la bicicleta Cocky, plegable, y que con 35 km de autonomía cuesta 595 km, seguido del patinete fabricado por la suiza Micro, el Merlin, con 25 km de alcance y con un precio de 895 euros. 100 más cuesta el Micro Explorer, también con 5 km más de autonomía y también una velocidad máxima de 25 km/h, que es el límite del Electric Llark, un patinete con tres ruedas y sillín con la autonomía del Merlin. Este último se queda en 995 euros.

Las otras dos bicicletas urbanas eléctricas son la Sikly, con 50 km de autonomía y una velocidad máxima de 25 km/h que supone 1.495 euros; y la Flicky, con estilo café-racer que puede alcanzar 32 km/h. Cuesta 1.795 euros.

Inicialmente, Invicta Motor no se plantea incluir en su oferta eléctrica infraestructuras de carga.