Un urbanita para no perder de vista: Renault Twingo Electric

Primer contacto

Con el Twingo Electric Renault cierra un hueco en su gama. Por precio, tamaño y otras características más este coche de 3,62 m de largo encaja de manera formidable en las exigencias de quién busca una opción para la ciudad. Desde 20.915 euros.

Un urbanita para no perder de vista: Renault Twingo Electric

14 de diciembre 2020 - 00:00

Aunque desde hace muchos años Renault se ha venido volcando en la electrificación y, además, lo ha hecho sin atajos ni placebos -los híbridos acaban de sumarse a la gama- con modelos con el marchamo Z.E. como los Twizy, Zoe, Kangoo, Fluence o Master, resultaba curioso que nunca hasta hoy haya dispuesto de un modelo esencialmente urbano.

Ese hueco lo cubre la aparición del Renault Twingo, un modelo llegado al mercado en 2014 en su actual tercera generación y que, además, ahora deja de comercializarse con motores de gasolina para, únicamente, ser eléctrico: a imagen y semejanza del Zoe, sin ir más lejos.

El Twingo, de aquí en adelante, ya sólo se venderá con motor eléctrico. Igual que, por ejemplo, el Fiat 500e, uno de sus directos rivales.

Justamente de éste recibe el motor, el R80, un motor síncrono de imanes permanentes con 81 CV que, en una versión un poco más grande y potente, el Zoe vino utilizando al inicio de su andadura en el mercado. También es como el que usa el Smart Forfour. Para ambos se ensambla en la planta de Renault de Cléon (Francia).

21,4 kWh: una batería ni muy capaz, ni poco capaz

Twingo y Forfour son técnicamente gemelos en tanto que comparten plataforma y salen de la misma factoría, la de Revoz en Novo Mesto (Eslovenia). También ambos ya sólo se comercializan en versiones eléctricas. Sin embargo, la batería de uno y otro es diferente y, por tanto, también lo es una de las prestaciones fundamentales: la autonomía.

Homologa 190 km de autonomía, aunque en uso ciudadano puede crecer hasta los 270 km.

Mientras que en el Smart su capacidad útil es de 17,6 kWh, en el Twingo Electric es de 21,4 kWh. Esta batería de iones de litio utiliza celdas de LG Chem y cuenta con una caja de aluminio integrada en la estructural para optimizar la resistencia a los impactos.

Refrigerada por agua y situada bajo el piso del coche, a la altura de los asientos delanteros, permite al Twingo obtener una autonomía con una carga de 190 km (WLTP), discreta si se compara con los 260 km de los Volkswagen e-Up, Skoda Citigo e y Seat Mii Electric que tienen baterías de 32,3 kWh, pero unos pocos más que el Fiat 500e en su variante de 95 CV, que alcanza 180 km, o el Smart Forfour, que llega a recorrer sólo 129 km.

Para el interior es posible elegir diferentes colores para algunos elementos. En el nivel Vibes, además, la tapicería es específica.

Un modo Eco, activable con una tecla situada por delante del pomo del cambio, permite limitar la velocidad a 100 km/h y reduce, en tanto que también lo hace con el empuje del motor -a 60 CV-, la capacidad de aceleración. Con él, según Renault, es posible que el Twingo alcance los 225 km de autonomía.

Homologa un consumo combinado de 12,9 kWh/100 km, si bien durante nuestro recorrido de toma de contacto con este modelo de Renault -mayoritariamente por vías rápidas o, incluso, carreteras secundarias con curvas, aunque conduciendo cuidadosamente- alcanzamos a gastar 14,9 kWh/100 km. Así, con la batería totalmente llena en el momento de iniciar el recorrido tras 91 km el porcentaje de carga era de 37 por ciento. Aproximadamente, y siguiendo a ese ritmo de consumo, antes de quedarnos sin energía podríamos haber alcanzado unos 145 km.

Recargas sólo con corriente alterna y hasta 22 kW

A diferencia de la mayoría de sus rivales directos, el Twingo sólo se puede recargar con corriente alterna, para lo que utiliza un cargador embarcado Caméléon. Admite potencias de hasta 22 kW (32 A y 380 V). Esto supone que una carga completa puede levar una hora y media. También puede utilizar, en vez de un enchufe Mennekes, un Schucko doméstico de 2,4 kW.

Las cargas exclusivamente se pueden realizar con corriente alterna, eso sí, de hasta 22 kW si son trifásicas.

Respecto al Zoe, el Twingo aporta una interesante variación en el control de la recarga en movimiento pues es posible disponer de más variables en la frenada regenerativa. Si el utilitario de Renault tiene, además de la posición D, una B en la que se incrementa la retención del motor -y así la producción de electricidad cuando no se está acelerando- en el Twingo al pasar el pomo del cambio al pasillo izquierdo -de la D a la B- se pueden establecer, secuencialmente, dos grados más de recuperación: sí, dos y no tres, porque la retención que se efectúa en D es semejante a la posición intermedia, la B2, del pasillo paralelo. En B1 el Twingo puede moverse cuando no se está acelerando más distancia “a vela” -aunque lo hace en menor medida que otros modelos-, mientras que en el B3 la capacidad de frenada del motor crece claramente aunque no evita el uso del pedal si necesitamos aminorar rápidamente la velocidad. En este sentido, conviene aclarar que el pedal de freno tiene un tacto muy uniforme, en el que no se siente diferencia entre la actuación del motor y el sistema hidráulico cuando se le pisa.

Cuatro ocupantes y no mucho espacio para más

La posición del motor bajo el maletero, de modo que el Twingo Electric es de tracción trasera como las anteriores versiones de gasolina, tiene ventajas e inconvenientes. Entre las primeras está el magnífico diámetro de giro en tanto que sus ruedas pueden pivotar 45º, de modo que en 8,6 m es posible dar completamente la vuelta. En sentido contrario, esa posición del motor limita la capacidad del maletero que es realmente pequeño por su altura: según Renault tiene 188 litros, un volumen semejante al del Fiat 500e o Smart Forfour, pero muy inferior al de los modelos del grupo Volkswagen.

Los asientos delanteros tiene aspecto de bacquet. El Twingo tiene cuatro plazas con un maletero no muy grande en el que, además, deben ir los cables de carga.

Un uso práctico del Twingo es el que puede dársele para llevar objetos largos, de hasta 2,30 m, pues el asiento del pasajero es abatible, como ocurre con los dos respaldos traseros. El modelo de Renault está homologado para cuatro ocupantes, mejor si no son muy altos porque el espacio no es muy amplio. Eso sí, la altura de la carrocería y contar con cuatro puertas hace el acceso relativamente cómodo.

Zen o Vibes: las diferencias, decorativas

Los Twingo Electric, que están disponibles en versiones Zen y en una serie limitada denominada Vibes, tienen de serie el sistema Easy Link, con pantalla de 7” y compatible con Apple CarPlay y Android Auto. Esa pantalla da soporte al navegador Tom Tom, actualizable automáticamente. La conectividad de este Renault permite disponer de funciones como el tráfico en tiempo real, la búsqueda en Google de los de destinos, la información meteorológica, etc. Además, desde el móvil y con la aplicación MyRenault es posible enviar destinos, localizar el vehículo, así como controlar las cargas o climatizar el habitáculo mientras está conectado a la red. Estas tareas también pueden programarse desde la pantalla central.

Las principales diferencias entre ambas versiones, Zen y Vibes, están relacionadas con las bandas decorativas, llantas o tapicerías, no con la dotación funcional.

La alerta de salida de carril es una opción en ambos acabados, al contrario que el sensor de aparcamiento trasero y la cámara de marcha atrás, el limitador y regulador de velocidad o el Hill Start Assist que permite arrancar cómodamente en pendiente son ayudas a la conducción de serie. Las diferencias principales entre uno y otro, 21.870 euros para la serie limitada Vibes y 20.915 para el Zen, están relacionadas con la decoración, tanto del exterior como del habitáculo. También en que el primero tiene la opción diferencial de un techo de lona plegable que cuesta 735 euros.

La garantía para las baterías es de ocho años o 160.000 km.

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