Uno de cada cinco talleres mecánicos es ilegal

La crisis ha sacado, en muchos casos, lo mejor de nosotros mismos. Ganas de superar la adversidad, de mejorar, de ser solidarios. Pero en otros lados la oportunidad se ha buscado intentando engañar, casi siempre a los más débiles, de buscar las triquiñuelas necesarias para no cumplir la normativa.

Es lo que está ocurriendo con la ciberdelincuencia, con el 51% de las compañías españolas sufriendo algún ciberataque a lo largo de este año, o en trabajos más tradicionales como los talleres mecánicos, en los que durante las sucesivas crisis soportadas en la última década se ha disparado la proliferación de los encargos clandestinos.

Así, los cálculos de la patronal de los talleres de vehículos son que uno de cada cinco talleres mecánicos es ilegal, una proporción que ha crecido entre un 20% y un 25% en los últimos tiempos y que conlleva importantes riesgos a todos los niveles.

Según lleva reclamando varios años ya Enrique Fontán, presidente de la Confederación de Talleres de España, el perjuicio es para aquellos que cumplen la normativa, ya que la actividad de los talleres legales puede llegar a caer más de un 20% ante la competencia desleal de los ilegales, y para los clientes y la seguridad vial en general, ya que de esos talleres salen vehículos que no han sido intervenidos de la forma adecuada en muchos casos.

Son talleres que no cuentan con la licencia municipal, no usan maquinas homologadas y tampoco tratan correctamente los residuos, tirando el aceite y las ruedas usadas en lugares en los que está prohibido, por ejemplo.

Riesgo de accidente

Porque igual que existen formas de reclamar daños en tu coche ocasionados por el mal estado de la vía, es importante también señalar a quienes permiten que miles de vehículos circulen por las carreteras españolas en mal estado, con el consiguiente riesgo de accidente en el que se puede ver implicado cualquier tipo de persona: conductor o peatón.

Se estima que hay cerca de 10.000 talleres ilegales en toda España y muchos de ellos se publicitan en redes sociales. Su forma habitual de trabajar es escondiéndose en garajes o chalets particulares, contando, incluso, con trabajadores que están en el paro, pero se generan también un ingreso mensual extra. Eso sí, sin hacer frente a los gastos fiscales, de seguridad social...