Cómo una revisión de 40 euros puede ahorrarnos 2.500
Servicio
El éxodo vacacional de mayor calibre se producirá durante el mes de julio. Y, en un año como éste, muchos de los desplazamientos se realizarán hacia los destinos por carretera y usando como medio de transporte los propios vehículos. Por eso una revisión, que un taller puede suponer poco dinero, puede ser una garantía de llegar a destino y ahorrarnos averías costosas.
La puesta a punto de un coche puede ser lo que marque no sólo llegar al punto de destino sin “sorpresas”, sino también una garantía de que el presupuesto de las vacaciones no se esfume en forma de una intempestiva avería.
Por eso, antes de ponernos en carretera y arriesgarnos a encontrarnos unos kilómetros más adelante parados en el arcén esperando ayuda y con la familia y el equipaje complicando aún mas la situación, conviene acudir a un taller en el que, por poco dinero, un profesional realice una revisión del vehículo.
Una grúa que durante el año tarda unos 26 minutos de promedio para recorrer una distancia media de 32 km, según un informe de LeasePlan recientemente publicado, puede demorar su auxilio mucho más en verano, cuando alcanza un alto volumen de trabajo.
Por unos 40 euros, por ejemplo, podemos revisar y reemplazar, si es necesario, el estado del líquido refrigerante, un elemento fundamental para evitar el sobrecalentamiento del motor y que, de no trabajar adecuadamente, puede llegar a producir una avería de alto coste: unos 2.500 euros si se quema la junta de culata.
No hay que olvidar que este líquido pierde propiedades con el tiempo, independientemente del uso que se haya dado al coche. Por eso, aunque no se hayan hecho muchos kilómetros durante el último año, es importante su chequeo, recuerdan desde Euromaster.
Además de atender al estado del líquido refrigerante o de las ruedas, que deberían estar en un estado en el que la huella no hubiese llegado al testigo de desgaste y las presiones fueran las preconizadas por el fabricante -especialmente si se va a circular con el coche cargado-, hay que revisar otros apartados como los frenos, que con altas temperaturas se calientan mucho más; aceite, amortiguadores, luces o batería, cuya vida media es de unos cuatro o cinco años. Esta revisión puede, en un taller, suponer un coste de entre 30 y 70 euros y la garantía de no tener problemas durante el viaje.
Por otro lado, el aire acondicionado se convierte en un sistema especialmente clave para el confort durante estas fechas y cuya carga con gas, si es necesaria, supone unos 50 euros. Además, el nuevo gas lubrica el sistema y garantiza el funcionamiento adecuado del compresor, un elemento cuya reparación puede alcanzar los 400 euros.
Así mismo, la renovación del filtro de habitáculo, que puede costar poco más de 10 euros, hará que el aire que respiren los pasajeros no contenga impurezas, además de que ese flujo sea más fresco que si está obstruido por la suciedad.
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