La patronal de los fabricantes marca los desafíos para el año nuevo
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ANFAC ha esbozado sus previsiones de cierre para 2024, así como los desafíos con los que la industria del automóvil puede encontrarse en 2025, principalmente, en lo que concierne a las multas por sobrepasar las emisiones o la necesidad de incrementar las ventas de vehículos eléctricos.
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ANFAC, la patronal de los fabricantes de automóviles en España, estima que el mercado de turismos cerrará 2024 en torno al millón de unidades matriculadas, creciendo un 5 por ciento respecto al año anterior; espera que los comerciales alcancen las 166.000 unidades, mientras que el mercado de industriales superaría las 32.000. En estos dos últimos casos se mejorarían un 12 por ciento y un 8 por ciento, respectivamente, los resultados de 2023. Además, autobuses y microbuses lograrán un crecimiento del 19 por ciento, con una previsión de 4.500 matriculaciones.
En cuanto a la producción, la previsión es que se alcance un volumen semejante a 2023, con 2,4 millones de unidades ensambladas en las diferentes fábricas españolas. La ausencia de crecimiento de la producción vendría marcada por la baja demanda en los mercados europeos, propiciada en parte por mensajes contrarios al uso del vehículo privado, junto con las repercusiones en la cadena logística debido a tensiones geopolíticas y los reajustes en las plantas por la introducción de nuevos modelos.
En clave nacional, desde ANFAC han aplaudido las decisiones tomadas por el Gobierno tanto con el impulso de las diferentes ediciones del PERTE VEC, como la prórroga del MOVES III hasta final de año. Al mismo tiempo, se valoró la agilidad del Plan Reinicia Auto+ para ayudar a los damnificados por la DANA, un plan podría servir de ejemplo para un futuro plan de ayudas a la electrificación, sobre todo, por su agilidad en el cobro de las subvenciones.
El presidente de ANFAC, Josep María Recasens, insistió en la necesidad de acelerar las ventas de vehículos eléctricos. “Le hemos dicho al Gobierno que el año que viene tenemos que vender 100.000 coches eléctricos, no electrificados, eléctricos y tener 90.000 puntos de recarga. Es decir, llegar a una cuota del 10 por ciento de eléctricos sobre el total del mercado”. Esto supondría duplicar los eléctricos puros frente a los 55.000 turismos eléctricos con los que se podría cerrar el ejercicio 2024.
Para ello, es indispensable contar con ayudas a la electrificación que “a día de hoy, no tenemos para 2025, pero tenemos el compromiso del Gobierno para su continuidad el año que viene”.
De cara a este año nuevo el principal desafío sería la entrada en vigor del nuevo tramo de reducción de emisiones de la normativa CAFE de la Unión Europea, en la que se pasará de un límite de 115,1 gramos de CO₂ por kilómetro a 93,6 gramos. De no cumplirse, las marcas en Europa podrían afrontar multas de hasta 15.000 millones de euros que implicarían tanto a fabricantes de turismos como a los vehículos comerciales e industriales.
“Ningún fabricante pone en duda la fecha de 2035 (n. de r.: para la prohibición de la venta de coches nuevos con emisiones por el escape). Lo que se está debatiendo ahora mismo es si en 2025 va a haber multas o no y espero que este debate se resuelva cuanto antes porque estamos en el tiempo de descuento”.
Recasens insistió en que el corto plazo, 2025, y el largo plazo, 2035, son complementarios, no excluyentes. De ahí que contar con ayudas directas a la compra ya el 2 de enero no choca con elaborar un plan a largo plazo para electrificar el país.
Desde ANFAC también se pretende lanzar el Plan España Auto 2030, para lo cual ya se está trabajando con diferentes ministerios del Gobierno. El objetivo será que España siga siendo una referencia en la automoción y se convertirá en un hub tecnológico y de innovación cuyo vector sea el vehículo eléctrico.
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