Una nueva vida para el Suzuki S-Cross, más electrificado que nunca

El S-Cross, un SUV que nació como sucesor del SX4 en 2014 y fue renovado en 2018, estrena ahora un importante restyling, el segundo. Se ensamblará, como los anteriores o su predecesor, el SX4 -también su gemelo de Fiat, el Sedici-, en la planta Magyar Suzuki de Esztergom (Hungría). Inicialmente el nuevo S-Cross está destinado al mercado europeo, al que llegará a finales de año, más adelante también se comercializará en los Latinoamérica, Oceanía o Asia.

En la presentación mundial del S-Cross, Toshihiro Suzuki afirmó que a lo largo del año que se incorporará a la gama una versión híbrida. No obstante, este SUV de 4,30 m -la longitud de la carrocería no cambia, como tampoco la altura y la anchura- iniciará su comercialización con un motor ya conocido por utilizarse, entre otros, en este modelo desde 2020: un microhíbrido con un sistema eléctrico de 48 voltios, un 1.4 Boosterjet -inyección directa de gasolina con turbo y distribución variable- de 129 CV.

Si bien ahora arranca su comercialización con un motor microhíbrido ya conocido, de 129 CV, en 2022 ya dispondrá de un full-Hybrid.

En cuanto a esa versión mild-hybrid con la que se iniciará la comercialización del actualizado S-Cross recurrirá al conocido sistema SHVS que se combinará tanto con tracción delantera como total, la Allgrip. Esta cuenta con cuatro modos seleccionables: Auto, Sport, Snow y Low.

El sistema SHVS ayuda a reducir el consumo en tanto que un pequeño motor eléctrico compensa la reducción de par del motor térmico, por ejemplo, en las aceleraciones o arranques.

Tanto con uno u otro tipo de tracción, los clientes podrán elegir entre dos cajas de seis velocidades: una manual o una automática.

Será híbrido para 2022

Ese sistema Strong Hybrid con el que contará Suzuki recurre a un motor de combustión con el que trabaja un único motor eléctrico -Motor Generator Unit o MGU- y una caja de cambios robotizada (Auto Gear Shift o AGS). Esta combinación permitirá tanto disponer de un modo de conducción híbrido, en el que trabajen ambos motores, como uno exclusivamente eléctrico. Antes de que se estrene en el S-Cross, Suzuki lo empleará en el Vitara, su SUV de algo menor tamaño: mide 4,18 m de largo.

El habitáculo del S-Cross promete espacio para cinco ocupantes, aún con unas dimensiones compactas.

En lo que atañe a aspectos funcionales, contará con un maletero de 430 litros; respaldos traseros con inclinación variable, climatizador bizonal, diversos reposabazos y consolas, etc. También una mayor superficie acristalada gracias a un techo panorámico practicable con una longitud total de un metro. La abertura es de 56 cm.

El salpicadero cambia totalmente y, en él, la pantalla multifunción ya no se integra, sino que se sitúa en una posición más elevada respecto al eje del volante.

En el salpicadero el S-Cross dispone de una pantalla de 9” con Apple CarPlay, Android Auto, reconocimiento de voz y llamadas con manos libres a través de Bluetooth. También radio, USB para la entrada de audio y video, así como la reproducción de otras fuentes. También aportará información sobre el coche, así como dará soporte a la cámara posterior de aparcamiento o a las que proporcionan una imagen de 360º en torno a este Suzuki, incluida una vista 3D u otra cenital.

Las ayudas a la conducción crecen. Entre ellas destaca un control de velocidad adaptativo con Stop&Go.

Las ayudas a la conducción disponibles son el Dual Sensor Brake Support, capaz de frenar automáticamente el coche en caso de riesgo de colisión o atropello, tras lanzar un aviso; o un control de velocidad adaptativo con Stop&Go que permite parar automáticamente el coche y arrancar si el precedente lo hace antes de que pasen dos segundos.

Tanto la tracción total como la delantera son combinables con dos cajas de cambios: manual o automática, ambas de seis velocidades.

Una alerta de cambio de carril, el asistente para mantener al S-Cross en él, un aviso de sigzagueo, el reconocimiento de señales también mediante cámara, el detector de ángulo muerto o la alerta de tráfico posterior son otros sistemas disponibles. También un control de retención en pendientes que evita que el coche retroceda en una arrancada, por ejemplo.