La vital importancia del líquido refrigerante en verano
Al líquido refrigerante de tu vehículo también se le debe prestar atención incluso durante los meses más calurosos
Trucos para evitar que el motor del coche sufra un avería este verano
Cinco líquidos siempre a punto para el buen funcionamiento del coche
Llega el verano y algunos coches que se han pasado todo el curso aparcado en el garaje se disponen a emprender viajes de cientos de kilómetros. Es el momento perfecto para pasar una completa revisión y comprobar que todo está ok. Neumáticos, faros, frenos, aceite...Muchos son los aspectos a tener en cuenta. También el líquido refrigerante ¿El líquido refrigerante? Sí. Al líquido refrigerante de tu vehículo también se le debe prestar atención incluso durante los meses más calurosos ¿Por qué? Aquí os lo explicamos. La importancia del líquido refrigerante en verano.
El líquido refrigerante se encarga de refrigerar el motor y controlar su temperatura. Es por ello que se convierte en un elemento a tener muy en cuenta antes de ponernos en movimiento con el coche. En principio estamos ante una operación de mantenimiento que suele realizarse cada 50.000 kilómetros o al cabo de tres años, pero nunca está demás comprobar los niveles que tiene antes de un largo viaje para evitar disgustos durante el trayecto. Y es que la falta de líquido refrigerante provoca que el motor se caliente en exceso y puede causar graves averías.
Existen ciertos trucos para evitar que el motor del coche sufra un avería pero la mejor solución posible es cuidar la calidad y la cantidad de líquido refrigerante que recibe, ya que lo que va a conseguir es que el motor funcione con una temperatura óptima, independientemente del modo en el que circulemos en la carretera. Los cambios bruscos de temperatura que suelen producirse en verano pueden afectarle y ahí la función del líquido refrigerante se acrecienta.
Doble propiedad del líquido refrigerante
Evitar el sobrecalentamiento del coche es otra de las misiones de este líquido refrigerante, así como actuar como doble lubricante, ya que sus propiedades químicas hacen que sea un anticongelante en bajas temperaturas y que sea un refrigerante en altas temperaturas.
Eso sí, mucho ojo con el tipo de líquido que usan como refrigerante, ya que debe ser uno con unas propiedades específicas y de calidad. Intentar sustituirlo por únicamente agua para intentar 'engañar' al motor no es una buena solución, ya que podría terminar provocando graves averías que nos terminarán costando bastante más dinero del que nos hubiera ocasionado comprar el líquido refrigerante adecuado en el momento que el coche lo necesitaba.
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