Cómo comportarse para ser un buen copiloto

Hace unos días la Dirección General de Tráfico presentaba el balance de personas fallecidas en accidente de tráfico el año pasado. Un total de 1.370 personas perdieron la vida en la carretera, entre conductores, copilotos y demás pasajeros. Todos ellos se juegan la vida cada vez que se suben en el vehículo. Y la actitud de todos ellos puede incidir en el mayor o menor riesgo de colisión que termine en causas fatales. En este sentido desde la DGT mantienen que el copiloto puede ser de gran ayuda al conductor, pero también fuente de distracciones, y analiza las mejores y peores prácticas que pueden llevar a cabo durante los trayectos.

Tal y como registra en uno de los ejemplares de su revista, estudios llevados a cabo por la Universidad de Monash atribuyen a los chicos jóvenes que van de copilotos los comportamientos que más distraen, en especial cuando viajan con conductores de su propia edad.

Conductas negativas del copiloto

¿Y cuáles son las conductas negativas que puede adoptar el copiloto y perjudicar al conductor en su cometido?

• Criticar su forma de conducir
• Enseñarle el móvil
• Pedirle que vaya más rápido, sobrepasando los límites legales establecidos en la vía por la que circulan, que se salte semáforo...
• Hablar mucho distrayéndole
• Advertirle continuamente de posibles obstáculos que 've' en la calzada e indicarle por dónde debe ir
• Discutir airadamente

Conductas positivas del copiloto

Si es más seguro viajar solo o acompañado depende de la conducta del acompañantes. Si no distraen al conductor y logran que vayan más prudentes será positivo sin lugar a dudas. Estas son algunas de las actitudes que ayudan a tener un trayecto más seguro:

• Colaborar con el conductor
• Cumplir las normas y pedirle al conductor que las cumpla
• Encargarse de los pasajeros de los asientos traseros, en especial en el caso de los niños
• Evitar hacer aquello que pueda distraerle, como moverse en el asiento o taparle la visión de los espejos en maniobras peligrosas.

Muchas veces los copilotos y pasajeros no son conscientes de los efectos que su comportamiento pueden tener en los conductores y posibles accidentes, pero la realidad es que posteriormente pueden ser los más damnificados por ello. Los datos marcan que los copilotos tienen cerca de un 20% más de posibilidades de fallecer en caso de accidente, cerca de un 40% de sufrir una lesiones graves y casi un 60% de terminar con heridas leves.

Las lesiones más comunes que suelen sufrir los copilotos son fracturas faciales, torácicas, pélvicas, vertebrales y traumatismos cráneo-encefálicos. Estas lesiones siempre y cuando cumpla con la obligación de llevar puesto el cinturón de seguridad. En caso de negligencia el riesgo de padecer lesiones en órganos internos o fallecer aumenta ostensiblemente.