Carlos Navarro Antolín
La pascua de los idiotas
Movilidad sostenivle
La Unión Europea (UE), históricamente dependiente de la importación de litio, un metal esencial para las baterías de los vehículos eléctricos, desde países como Chile, Australia y China, podría estar en camino de reducir esa dependencia gracias a 28 proyectos de minería y refinación que se están desarrollando dentro del continente. Según un informe reciente de la ONG European Federation for Transport and Environment (T&E), estos proyectos podrían cubrir hasta el 53 por ciento de la demanda europea de litio extraído, de modo que se podría alcanzar la autosuficiencia en litio procesado para el año 2030.
El informe destaca que la demanda mundial de litio seguirá creciendo de manera acelerada. Para 2030, se espera que esta demanda se duplique, alcanzando los 2,5 millones de toneladas equivalentes de carbonato de litio (LCE). Este crecimiento está impulsado por el auge de los vehículos eléctricos, los cuales dependen de baterías de iones de litio, ya sean con cátodos NMC o LFP, y otras aplicaciones tecnológicas.
Actualmente, las reservas mundiales de litio están concentradas en unos pocos países. Chile, Australia, Argentina y China controlan alrededor del 80 por ciento de las reservas globales conocidas, y China domina el procesamiento de litio a nivel mundial. Esto ha generado una gran dependencia europea de las importaciones de carbonato e hidróxido de litio, mayormente provenientes de Chile, Estados Unidos y, en menor medida, de China.
A pesar de este panorama de dependencia, el informe de T&E subraya que Europa tiene un potencial significativo para reducir su vulnerabilidad en la cadena de suministro de litio. Con los 28 proyectos de minería y refinación en marcha, el continente podría aumentar su producción interna y reducir la necesidad de importar, al mismo tiempo que promueve la sostenibilidad en la extracción de este mineral esencial para las energías limpias.
A medida que se expande la producción de litio en Europa, la sostenibilidad se ha convertido en una prioridad. El informe de T&E resalta la importancia de adoptar tecnologías limpias y eficientes para minimizar los impactos ambientales asociados a la minería. Entre las soluciones innovadoras mencionadas se encuentra la extracción directa de litio (DLE), un método utilizado en salmueras geotérmicas en Alemania que reduce hasta un 83 por ciento de las emisiones en comparación con los métodos tradicionales de extracción. Además, es un 50 por ciento menos intensiva en el uso de agua que la extracción de salmueras en Chile, lo que la convierte en una opción más sostenible para regiones con escasez de agua.
Sin embargo, la producción en algunos países europeos, como Portugal, enfrenta desafíos debido a su dependencia de la extracción de espodumena - aluminosilicato de litio-, un proceso que requiere grandes cantidades de energía y reactivos químicos, como el ácido sulfúrico.
En todo caso, la producción de mica en China tiene el mayor consumo de agua entre las rutas analizadas, siendo cuatro veces mayor que la ruta de mica en Alemania y casi tres veces mayor que la ruta de DLE.
El informe de T&E también recalca que, para que Europa logre reducir su dependencia del litio importado, será necesario un enfoque coordinado que involucre tanto a los gobiernos como al sector privado. La Comisión Europea ha reconocido la importancia del litio, incluyéndolo en su Ley de Materias Primas Críticas, que busca incentivar la producción interna de recursos esenciales para la transición hacia una economía verde.
T&E recomienda que la Comisión Europea respalde proyectos estratégicos que utilicen tecnologías avanzadas y respetuosas con el medio ambiente. Esto incluye no solo el uso de energías renovables en la producción de litio, sino también la implementación de tecnologías de reciclaje que permitan reutilizar el litio extraído y, de esta manera, reducir la necesidad de nuevas explotaciones mineras.
Para fomentar la inversión privada y la innovación en el sector, T&E sugiere que se establezcan umbrales de bajas emisiones para el litio procesado. Por ejemplo, propone que para 2030 se limite a 10 kg de CO2 por cada kilogramo de hidróxido de litio producido, lo que obligaría a las empresas a adoptar tecnologías más limpias para mantenerse competitivas en el mercado europeo.
Si Europa coordina sus esfuerzos, y gracias a esos 28 proyectos de explotaciones mineras y refinación en marcha, podría posicionarse como un actor relevante en el mercado global del litio, contribuyendo al mismo tiempo a una transición energética más verde y sostenible, lo que la haría menos vulnerable a las fluctuaciones de la cadena de suministro global. No obstante, para T&E el éxito de esta estrategia dependerá no solo de la capacidad de extracción y procesamiento, sino también de la voluntad política y de la inversión en tecnologías sostenibles.
También te puede interesar
Lo último
No hay comentarios