Tribuna Económica
Carmen Pérez
T area para 2025
MOTOR
BARCELONA/Año tras año la DGT y los diferentes agentes relacionados con la circulación en la carretera se esmeran en buscar soluciones que sirvan para disminuir los accidentes en las carreteras. Si existe un perfil que necesita más protección por la peligrosidad del vehículo que tienen en mano, respecto a potencia y seguridad del mismo, ese es el del motorista. Así, 16 entidades se han unido para dar luz verde al estudio Pioneers sobre seguridad de los motoristas, que apuesta por la creación de nuevas protecciones para conductores de motos y actualizar los protocolos de homologación de elementos como el casco para que "evolucionen de acuerdo a lo que las lesiones reales muestran".
Financiado por la UE en el marco del proyecto Horizon 2002, el proyecto ha sido presentado en la sede del RACC en Barcelona con la intervención del presidente del RACC, Josep Mateu; el director general de Tráfico, Pere Navarro, y el director del Servei Català de Trànsit, Ramon Lamiel.
Entre las nuevas protecciones que se presentan en el citado estudio están los siguientes elementos:
Respecto a elementos de seguridad para la moto proponen un freno que se activa automáticamente antes del impacto y puede reducir la velocidad hasta 15 kilómetros. Sólo el uso de este freno podría reducir un 24% los accidentes mortales, un 17% las lesiones graves y un 19% las leves.
Este verano la DGT intensificó la vigilancia de motociclistas durante algunos fines de semana. La campaña tenía el objetivo de reducir los accidentes mortales de este tipo de vehículos, ya que el 55% de ellos tienen lugar los fines de semana. El perfil del motorista fallecido es el de un varón, entre 35 y 44 años, con permiso clase A con 20 años o más de antigüedad que se sale de la vía o se cae de la moto sin implicación de ningún otro vehículo en una moto de gran cilindrada con más de 10 años de antigüedad.
El año pasado fallecieron 1370 personas en accidentes de tráfico, tal y como arroja el balance de la DGT. Y una de cada cuatro víctimas (345) fueron motoristas. Esta cifra supone un descenso del 26% respecto a 2019, pero sin lugar a dudas insuficiente respecto a las aspiraciones de la DGT, que persigue el objetivo de terminar con cualquier siniestro.
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