El 'efecto manada' en las carreteras

En los últimos años el Reglamento General de Circulación ha modificado varias veces los límites de velocidad en las carreteras españolas. La razón de esta medida es que, a nivel internacional, se estima que reducir la velocidad en las vías convencionales es clave para contener la accidentalidad. Se estima que se reducirá un 10% los fallecidos en estas vías.

Menos velocidad, menos accidentes. La velocidad tiene influencia directa en la frecuencia y severidad de los accidentes, señalan informes como el de 'Velocidad y Riesgo de Accidente' de la OCDE y el Forum Internacional del Transporte (ITF). En este estudio empezó cimentándose el límite de 30 km/h.

La velocidad es clave a la hora de intentar frenar la siniestralidad, ya que desempeña un papel fundamental en el tipo de accidente mortal más frecuente en carretera convencional: salirse de la vía. Existen varios tipos de velocidad. La velocidad que te exigen y/o recomiendan las normas de tráfico, la velocidad justa, que apela a la responsabilidad de cada conductor, y la velocidad segura, que es aquella que asegura que, en caso de accidente, la probabilidad de lesiones a las personas implicadas no supere un determinado umbral.

Uno de los mayores riesgos que encuentra el conductor respecto a la velocidad es dejarse llevar por el efecto manada, o lo que es lo mismo, no dejarse llevar por la inercia, correr porque lo hacen los demás, 'picarse' en el asfalto. Asumir con naturalidad el 'si él puede, yo también'. Estos comportamientos lejos de mejorar la circulación lo que hacen es aumentar el riesgo de que el desenlace sea negativo para todos los que participan en ellos, bien en forma de multa, bien en forma de accidente, que, como señalan en la Dirección General de Tráfico, puede costar la vida

¿Qué es la velocidad segura?

Tal y como explica la DGT en uno de los ejemplares de su revista, "a la hora de calibrar la velocidad segura cada conductor debe tener en cuenta su capacidad y aptitud psicofísica, el estado del vehículo, de la carretera y las condiciones climatológicas, para circular, por debajo de los límites, a una velocidad que le permita frenar, tomar las curvas, adelantar… en definitiva, con tiempo y espacio suficiente para no sufrir un accidente, ni dejar nada al azar". Todo para reducir considerablemente los 3.458 infracciones por exceso de velocidad que se detectaron en 2020