¿Por qué la DGT recomienda no plegar los espejos al aparcar?

Detener el vehículo, coordinar manos y pies, la falta de reacción, coger velocidad...muchos son los aspectos de conducir que más cuesta al principio a los noveles. Entre ellos se encuentran también los espejos. Porque a la hora de mirar por los espejos les cuesta mucho localizar donde llevan situados los coches y calcular la distancia y velocidad a la que vienen; y a la hora de aparcar en zonas estrechas resultan un elemento incómodo para cumplir un difícil reto. Es por ello que, con el paso del tiempo (y la experiencia) hay determinados trucos que, en teoría, ayudan a proteger el coche una vez aparcado. O eso piensan algunos. Pelgar los retrovisrores por miedo a golpes o choques en calles o avenidas estrechas se ha convertido todo un clásico. Pero desde la Dirección General de Tráfico no lo tienen tan claro que sea una buena idea. ¿Por qué la DGT recomienda no plegar los espejos al aparcar? Aquí os explicamos los motivos.

Lo cierto es que los avances tecnológicos en los coches han evolucionado hasta tal punto que si es posible que el coche te lleve de una forma autónoma, con reconocimiento de voz, o podemos tener instaladas en nuestro móvil una app que te ayuda a evitar atascos y encontrar plazas de aparcamiento libres en Sevilla. Es obvio que con los espejos únicamente son capaces de hacer todo tipo de maravillas para facilitarnos determinados aspectos. Otro asunto diferente es que lo que nos permite hacer sea legal o recomendable para aquellos que se encargan de gestionar todo el tema del tráfico y la seguridad vial en nuestras vidas.

Normas con los espejos retrovisores

Porque existe una normativa de la DGT en torno al uso de los retrovisores, en la que se indica que estos deben estar homologados y que debe haber dos como mínimo del lado del conductor: uno en el interior, que por lo general ocupa la parte superior en el centro de la cara interna del parabrisas, y otro en el exterior, sobresaliendo a un lado de la ventana. Si después tienen incorporados sistemas antideslumbramiento, calefacción para días de lluvia o niebla, y señalización para los puntos ciegos, mejor que mejor, pero lo básico es que cumplan con las distancias de visión trasera que deben permitirnos tanto de ancho como de largo. Y no tanto si se pliegan o no para hacernos más cómodas según qué maniobras.

Porque los expertos de la DGT consideran que es perjudicial plegar los espejos por dos motivos principales: el primero es que lo que nosotros consideramos que puede ser aumentar la distancia de seguridad para el choque, lo que está es permitir un mayor acercamiento a la totalidad del vehículo por parte del resto de vehículos que se mueven en la vía y no están aparcados. Es decir, el espejo retrovisor abierto haría una función importante para mantener la distancia con otros vehículos, evitando de esta manera rayones y abolladuras.

En según lugar, en este caso para aquellos vehículo que no disponen de apertura y cierre automático de espejos, es la más que posible casualidad de que al conductor de un vehículo se le olvide desplegarlos retrovisores al reanudar la marcha (o hacerlo de una forma equivocada e incompleta), algo que supondría un peligro mucho mayor para todos los actores principales que se dan lugar en la vía.