Para disfrutar conduciendo: Octavia RS. Así van los nuevos deportivos de Skoda

En 2001 se estrenaba el primer Skoda Octavia RS: con un motor de gasolina, de 180 CV y, exclusivamente, con cambio manual. Desde entonces no han faltado diferentes evoluciones de estas versiones de carácter más dinámico del Octavia en cada generación. Hasta llegar a esta cuarta en la que se reemplaza a los últimos aparecidos en 2013 y que, inicialmente, contaban con los motores 2.0 TSI de 220 CV y 2.0 TDI de 184 CV, tanto con caja manual como la automática DSG. Incluso con variantes de tracción total en el caso del Diesel.

La última evolución de esta tercera generación llevó al mercado al motor de gasolina con 245 CV, que es la potencia con la que ahora se pone a la venta esta cuarta, mientras que el Diesel llega hasta los 200 CV. Pero lo novedoso es que ambos están ahora acompañados por una versión híbrida enchufable, el RS iV con una potencia combinada de 245 CV -150 los pone el 1.4 TSI, 116 el eléctrico- y de los que ya hablamos en este artículo.

Todas las ventajas de un Octavia con un aspecto diferenciado

El Octavia RS iV, como los Octavia RS con motores térmicos, de gasolina y Diesel, incorporan un aspecto diferenciado que se suma a las cualidades ya reconocidas de este modelo de Skoda: habitabilidad, amplitud del espacio de carga, practicidad, comportamiento dinámico de nivel sin olvidar el confort o una excelente relación entre precio y producto.

Para lograr ese aspecto diferenciador, tanto en la berlina como en el familiar -los Combi han tenido versiones RS desde el nacimiento de éstas- incorporan faros matriciales con LED que flanquean una parrilla en negro brillante, faros antiniebla de diferente diseño, pinzas de freno pintadas en rojo, llantas de aleación también específicas, de 18 y 19”, un alerón en el caso de la berlina rematado por una pieza de color negro y unos embellecedores distintos a los de otros Octavia en los paragolpes traseros que ocultan las salidas de escape: doble, en el lado izquierdo en el caso del TDI; una a cada lado en el TSI.

Adicionalmente, también la carrocería es 1,5 cm más baja porque esa es la longitud en la que se reduce el tamaño de sus muelles. Y es que el chasis se define específicamente, además de con este cambio, con la amortiguación regulable en dos pasos -Normal y Sport-. Estas dos leyes pueden regularse simultáneamente con otros elementos como la respuesta del acelerador, dirección, que es la progresiva de serie; cambio, diferencial de deslizamiento limitado, trabajo del climatizador… con los perfiles de conducción.

Tres ya están definidos -Eco, normal y Sport- y uno queda a disposición del conductor -Individual- para que pueda seleccionar los diferentes reglajes de cada elemento por separado.

Motores con más potencia, Octavia más rápidos

Con tracción delantera y la caja DSG de 7 velocidades -por el momento, pues está prevista una versión manual para el gasolina y tracción total para el Diesel-, tanto los 2.0 TSI de 245 CV como el 2.0 TDI de 200 CV pertenecen a la familia de motores EVO, con un par máximo, respectivamente, de 370 y 400 Nm. El 2.0 TSI acelera de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos por los 7,4 segundos del TDI, con parecida velocidad máxima en ambos casos: 250 km/h para el Octavia RS con motor de gasolina y 249, (245 en el caso del Combi) para las que utilizan el Diesel.

Las modificaciones de los motores Evo se centran, en el caso del TSI, en el incrmento de la presión de inyección de gasolina, usando nuevos pistones y cigüeñal, además de un rediseño del escape; mientras que en el Diesel son diferentes bielas, manguetas o el turbo de geometría variable está refrigerado por agua.

Dotación específica para los RS

Es específico de los RS el volante, de tipo multifunción y con levas para el manejo del cambio; los asientos, que damos fe de que sujetan lateralmente muy bien; la tapicería con costuras en rojo o gris y los pedales de aluminio. También la pantalla de la instrumentación, la Virtual Cockpit, tiene un quinto modo de funcionamiento, el Sport, seleccionable desde el volante.

Son de serie en estas versiones RS ayudas a la conducción como el asistente de prevención de colisiones que ayuda a conducir junto a peatones, ciclistas y otros vehículos; el asistente de giro, que puede detectar el tráfico cuando se gira a la izquierda y hasta detener el coche; y la alerta de salida, que avisa a los ocupantes de que se acerca un vehículo por detrás cuando se abre una puerta. También tiene la función de alerta de tráfico local que, según Skoda, “avisa automáticamente de la presencia de retenciones de tráfico en el entorno del coche, como el final de un atasco”. Además, el Octavia dispone del Side Assist que alerta de vehículos en el ángulo muerto del retrovisor exterior.

Comportamiento dinámico: agilidad muy racional

Hemos podido conducir el Skoda Octavia RS 2.0 TSI de 245 CV con la carrocería berlina y, más allá de que el empuje de su motor le convierte en un coche muy rápido en cualquier tipo de carretera, de modo que puede resolver de manera enormemente segura un adelantamiento en una vía de un carril por sentido, por ejemplo; tiene un chasis que nos ha parecido enormemente equilibrado en tanto que ningún caso parece excesivamente severo con los ocupantes: más de coche muy dinámico que de deportivo de raza.

Ciertamente de elegir el modo Sport para el DCC se reducen los movimientos de la carrocería y esta selección permite que el Skoda Octavia RS pueda rodar en curva a un ritmo muy rápido, pero sin que sus suspensiones parezcan secas -y esto afecte al comportamiento dinámico, más allá del confort- cuando el firme se degrada.

Sin embargo, cuando el asfalto está en perfectas condiciones, quizá un amortiguador aún más riguroso en extensión y en su uso extremo contribuiría a hacer, por un lado, el eje delantero más incisivo en curva -aún cuando raramente habrá quien eche de menos que lo sea más- o un trasero con un movimiento todavía más limpio. Porque, como ocurre con muchos modelos del grupo Volkswagen, en este Skoda es sencillo incitar a que las ruedas traseras redondeen el giro con tan sólo modular la presión sobre el acelerador durante la trazada de la curva.

Eso sí, conduciendo de este modo, el motor de gasolina puede estar lejos de los 6,8 l/100 km que homologa como consumo medio -y no digamos de los 4,9 l/100 km del Diesel-: en un recorrido con muchos por carreteras con muchos tramos de rallies, el gasto que reflejó el ordenador de viaje al término del trayecto fue de 11,1 l/100 km.

Nos ha parecido una versión de altísimo dinamismo muy racional, apta tanto para quien necesita o quiere un coche rápido y seguro, tanto por su chasis como por el empuje que despliega de su motor; como para quien es un apasionado de la conducción alegre.

Precios muy competitivos

Y más aún, para unos y para otros, no es muy costoso: el 2.0 TSI está a la venta, en el caso de la berlina, por un precio de tarifa de 37.490 euros, mientras que el 2.0 TDI cuesta 38.110 euros -700 euros más si se prefiere elegir el Combi con un maletero de 640 litros en lugar de 600 para la misma longitud de carrocería, 4,70 m, de la berlina-.

Aplicando las ofertas promocionales y las asociadas a la financiación, que supondrían un descuento de 5.000 euros, el 2.0 TSI de 245 CV DSG se quedaría en 32.490 euros y el 2.0 TDI de 200 CV DSG en 33.110 euros, en el caso de la berlina; 700 euros más para el Combi. Enormemente asequibles por comparación con otros coches de potencia parecida e, incluso, más pequeños y menos prácticos.

Por su parte el Octavia RS iV, el híbrido enchufable, con un precio de tarifa de 40.540 euros, aplicando también ofertas, costaría 35.720 euros.