Así será la carga por robots de los vehículos eléctricos

Primo es un sistema de carga para vehículos eléctricos, robotizado y basado en inteligencia artificial que está capacitado para adaptar la velocidad de la recarga a las necesidades de cada usuario. Está particularmente indicado para flotas de vehículos, en tanto que puede abastecer de energía a varias plazas de aparcamiento.

El cargador, que se traslada de un coche conectado a la red de carga a otro a través de un rail, puede así adaptar el precio de la energía suministrada a cada uno. Así, puede hacer que quien necesita una carga más rápida, en 15 minutos no pague lo mismo que el que no requiere una batería recargada inmediata. Y esos precios se comunican en el mismo momento en que se llega al punto de conexión, momento en el que también se informa sobre el tiempo de carga estimado.

Además, no es necesario que, una vez finalizada la operación, se retire el vehículo, porque la estación de recarga se mueve por si misma a otra plaza en la que hay otro vehículo esperando electricidad.

Esta posibilidad permite que vehículos de servicios públicos de alta prioridad, como policiales o ambulancias, puedan recibir la recarga inmediata ocupando una plaza para hacer frente a situaciones de urgencia o necesidades del servicio, ya que el sistema Primo puede programarse para ello.

Para su desarrollo Lemil se ha contado con la colaboración de la Universidad de Ingeniería de Vigo y apoyo del CEDETI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial).

Un robot que va por libre

Es del Primo es un robot de concepto distinto al de Volkswagen, quien ha estado trabajando en el Mobile Charging Robot. Este no utiliza un raíl, sino que se desplaza libremente por las distintas plazas de aparcamiento de manera autónoma. Una vez que se inicia la comunicación, el robot se dirige hacia el coche que necesita electricidad y se comunica con él, actuando sobre la tapa de la toma de carga, conectando el enchufe y desacoplándolo, todo sin intervención de ninguna persona y gracias a sus cámaras, escáneres láser y sensores de ultrasonido.

El robot utiliza para la recarga una batería que lleva a remolque y que es la que permanece con el vehículo durante todo el proceso, de modo que él se puede desplazar hacia otro coche y realizar el mismo procedimiento con otra batería. Una vez que se completan las cargas, devuelve esas baterías a la estación de carga para que repongan su energía y, así, poder volver a ser utilizada en otra operación.

El objetivo de Volkswagen es hacer que todas las plazas de aparcamiento en un parking estén electrificadas, sin la necesidad de dotarlas de infraestructuras costosas y complejas.

Los “vagones” de baterías tienen una capacidad de unos 25 kWh, pero el robot puede utilizar tantos como necesite en un solo coche, además de mover varios al mismo tiempo. Estos ofrecen cargas de hasta 50 kW con corriente continua.