Casi la mitad de las capitales de provincia 'adelantan' a la DGT en reducir el límite de velocidad en sus calles

La ciudad adelanta a las leyes. Parece mentira pero muchas localidades de España se han adelantado a una normativa de la Dirección General de Tráfico que se resiste a ser aprobada y ya han limitado la velocidad de circulación a 30 kilómetros por hora.

La seguridad vial, aumento de atropellos y accidentes por alcance, entre otros incidentes, impulsa la reforma del Reglamento General de Circulación con el que la DGT quiere reducir la velocidad en la mayoría de las calles de medianas y grandes localidades. Es un intento para disminuir los más de 200 atropellos mortales que se producen cada año en las ciudades españolas. Tráfico estima que se podrían reducir los accidentes un 40% y además, bajar la contaminación atmosférica y acústica.

Años de retraso

Mientras se espera una norma que lleva años de retraso, se podría aprobar en los próximos meses, más de la mitad de las capitales de España están adelantándose y ya limitan a 30 la velocidad en las calles pequeñas (de un carril y de un carril por sentido). Bilbao ha ido un paso más allá y se ha convertido en la primera gran ciudad que extiende esta velocidad a todas las vías, incluyendo las avenidas principales. “Numerosos estudios demuestran que a 30 por hora muere mucha menos gente y, sobre todo, menos niños”, afirma el profesor de Planificación del transporte en la Universidad Europea, Samir Awad.

Ciudades a 30 km

Las ciudades que se han “saltado la ley” actual y ya tienen calles a 30 km son un total de 28 de las 51 capitales de provincia. Pontevedra (con 80.000 habitantes) fue una de las primeras en hacerlo. “Desde 2011, aplicamos este límite a todas las calles, no solo a las pequeñas, pusimos pasos de peatones elevados y sacamos coches de la ciudad”, explica el alcalde Miguel Anxo Fernández. Según el alcalde, “de 1997 a 2007 murieron 30 personas atropelladas, tres al año, mientras que desde 2011 no ha fallecido nadie por esta causa” en la ciudad. Además, esta política “ha conseguido reducir la contaminación, el tráfico y ha favorecido que la gente camine más”. Albacete, León, Córdoba, Palma de Mallorca, Santander y Tarragona son algunas otras ciudades que se han sumado a este límite de velocidad.

En Andalucía, Sevilla, Córdoba, Cádiz y Málaga son las únicas que tienen calles limitadas a 30 km. Los datos de la Dirección General de Tráfico muestran que el 47% de los accidentes que ocurrieron en vías urbanas en 2018 -últimas cifras disponibles- fueron atropellos, que causaron 232 muertos. El director de la DGT, Pere Navarro, ha explicado que “ahora la velocidad es de 50 kilómetros por hora y excepcionalmente 30 kilómetros por hora y queremos cambiar a un modelo en que todas las calles del centro serán de 30 kilómetros por hora y excepcionalmente de 50 kilómetros por hora”.